Este organismo ha organizado una misión comercial que ha llevado hasta Filipinas a tres firmas procedentes de Cádiz y Córdoba donde se han desarrollado casi una veintena de reuniones de alto nivel con un total de 15 potenciales socios de negocio filipinos. Esta iniciativa ha tenido lugar del 19 al 21 de febrero en la ciudad de Manila.
El objetivo de la misión ha sido impulsar los alimentos y bebidas andaluzas, un sector estratégico y puntero en la región, en un destino con 112 millones de consumidores potenciales, cada vez más interesados por los productos gastronómicos de Andalucía.
Asimismo, según el Gobierno filipino, las autoridades confían en esta tendencia continúe en alza a un ritmo de crecimiento económico entre el 6,5% y el 7,5% en 2024, lo que ayudará a Filipinas a mantener su avance de la región.
De este modo, y con la amplia agenda de reuniones programada por Andalucía TRADE, las firmas andaluzas han accedido a un nuevo mercado fuera de sus fronteras naturales de ventas, como son Europa o América, que aporta diversificación para el sector agroalimentario andaluz, introduciéndose en un destino asiático emergente que poco a poco apuesta por la calidad y la variedad que ofrece la cesta de productos de alimentación y bebidas de la Comunidad.
Durante tres días, las firmas de Cádiz y Córdoba se han entrevistado con posibles socios de negocio filipinos en 19 encuentros comerciales de alto nivel, con un total de 15 importadores internacionales. Las empresas participantes en la misión han sido la gaditana De Luque (Jerez de la Frontera), dedicada a la fabricación de aromas y extractos naturales; y las cordobesas BrotherFood Quality, cuya actividad se centra en producir y comercializar todo tipo de alimentos procesados, salsas y otros; y Finca Duernas, especializada en aceite de oliva virgen extra.
Filipinas: déficit de producción
Andalucía TRADE ha explicado que la agricultura en Filipinas se enfrenta a problemas estructurales, agravados por desastres naturales, la falta de capacidad de adaptación y el aumento sostenido de los precios de los combustibles y los fertilizantes.
A su vez, según informes de la agencia pública andaluza, el sector también se topa con prácticas agrícolas insostenibles, la rápida degradación de la capa arable del suelo, la escasa capacidad de gestión tras las cosechas, el limitado acceso a la financiación, las deficiencias logísticas e infraestructurales y las dificultades para implementar mecanismos de transferencia de los riesgos; una coyuntura que provoca que el sector sea especialmente vulnerable.
Desde modo, el mercado filipino se ha encontrado con un déficit en la producción que le ha llevado a la necesidad de importar productos para atender la alta demanda de alimentos, una situación donde las empresas andaluzas, a su juicio, pueden encontrar un nicho de mercado para introducir su producción, y así lo han llevado a cabo en la amplia agenda programada.