El consumo de energía, grasas saturadas, sodio y azúcares libres y añadidos es demasiado alto en Europa, por lo que su reducción ayudaría a combatir enfermedades crónicas relacionadas con dietas poco saludables. Sin embargo, el aporte alimentario de fibra y potasio es demasiado bajo en la mayoría de las poblaciones adultas europeas, por lo que su aumento también contribuiría a mejorar la salud. Estas son algunas de las principales conclusiones del asesoramiento científico de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) relacionado con la creación de perfiles nutricionales, publicado ayer.