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Propuesta una nueva categoría de AOVE de alta calidad en el Parlamento Europeo

Propuesta una nueva categoría de AOVE de alta calidad en el Parlamento Europeo

jueves 26 de febrero de 2015, 13:48h

25/02/2015 - El eurodiputado Ivan Jakovčić presentó la semana pasada dos Propuestas de Resolución en el Parlamento Europeo relacionadas con el sector del aceite de oliva. En concreto, los documentos aluden a la adopción de medidas que apoyen y promocionen el sector oleícola europeo, además de proteger a los consumidores y los productores mediante la creación de una nueva categoría de mercado "Premium".

La primera de las propuestas invita a la Comisión Europea a que establezca una nueva categoría de mercado de aceites de oliva vírgenes extra de alta calidad con la que se reconocería a los zumos que cumplan unos estrictos criterios en términos de sabor, aroma y valor nutricional.

La medida se argumenta en base a la concienciación creciente de los ciudadanos sobre los alimentos de consumen; así como al incremento de la demanda de AOVE de alta calidad constatada por el Consejo Oleícola Internacional (COI).

Con el establecimiento de esta nueva categoría se conseguiría, según la propuesta, proteger a los productores de aceites de oliva vírgenes extra de alta calidad de la competencia desleal en el mercado, ya que la categoría AOVE, abarca una amplia gama de zumos “que va desde los de alta calidad en términos de sabor, aroma y valores nutriciones hasta los que apenas cumplen requisitos básicos en términos de calidad”. Ante esta situación, el documento señala cómo “los productores de aceites de oliva vírgenes extra de alta calidad se quedan sin armas para competir en el mercado con los injustos precios de otros aceites de la misma categoría que, sin duda, ofrecen un valor inferior”.

La segunda propuesta, por su parte, solicita a la Comisión que adopte todas las medidas necesarias para evaluar, proteger y apoyar al sector oleícola europeo “en el contexto de circunstancias adversas que se produjeron el año pasado”.

Considerando que los países de la Unión Europea suponen el mayor productor mundial de AOVE, así como los daños sufridos en 2014 que se han traducido en un “importante aumento de los precios” y que los productores se enfrentan al problema de tener que competir con empresas multinacionales, la propuesta solicita a la Comisión, además, que emprenda las acciones necesarias para proteger a los productores de aceite de oliva virgen extra de la competencia desleal y contribuya así a proteger a los consumidores de aceite de oliva.

 

UPA-Andalucía pide que se mantenga la cata sensorial

En la misma línea de salvaguardar la calidad de los AOVEs y proteger a los consumidores, UPA-Andalucía ha manifestado su rechazo a la pretendida eliminación de la cata sensorial (panel test) en el control de la calidad de los aceites de oliva extra y virgen.

El secretario general de UPA, Agustín Rodríguez, ha dejado muy clara la postura de la Organización como productores, contraria a una propuesta que “obedece a una situación desesperada de los que se dedican a la marca blanca y de los que están atravesando una situación difícil porque no tienen margen de precio, debido a la política de la gran distribución de banalización del producto, instalando prácticas ilegales como la venta a pérdidas”.

Rodríguez ha recordado que en España, dada la importancia y el peso social y económico que tiene el cultivo del olivar y por lo tanto el aceite de oliva, tanto la Junta de Andalucía como el Gobierno central, con las autoridades de Bruselas, tienen un plan bien definido en materia de calidad y control en el aceite de oliva, con garantías de autenticidad suficientes para los consumidores. Por eso, “entendemos que lo que dicta la propia lógica es reforzar esos mecanismos de control y no entendemos una propuesta que pretende bajar los parámetros químicos –en acidez, por ejemplo, se plantea pasar de 0,8 grados a 0,3 para ser considerado virgen extra– y dejar a un lado los parámetros organolépticos”, ha explicado.

El actual método de control de calidad tiene dos pilares, el análisis químico y la cata sensorial, a través de la que se detecta el olor y el sabor, dos de los atributos que responden a un virgen extra, sin defecto alguno. Lo que se pretende con esta propuesta es quitar del método el panel para detectar esos parámetros organolépticos, que solo lo puede hacer la nariz del ser humano. “Si quitamos la cata, algo que consideramos un auténtico despropósito, no garantizamos en ningún momento la autenticidad de un aceite de oliva virgen extra, porque si sólo nos atenemos al análisis químico es posible fabricar un virgen extra; pero no es posible si contamos con la cata. Ahí está la diferencia”, destaca Rodríguez. 

En este sentido, UPA-Andalucía es de la opinión de que “hay que reformar la legislación para hacer los paneles mucho más exigentes, pero, en absoluto, aceptaremos ninguna reforma en la dirección contraria que pueda suponer una flexibilización de los métodos de control y de garantía de la autenticidad de cara a los consumidores”.