En concreto, la variedad athinoelia se llegó a comercializar a 3,9756 euros/kilo en la cooperativa Agios Dimitrios-Talanta Monemvasia (sur de Laconia, en Peloponeso); mientras que en diferentes zonas de Grecia el precio del aceite de oliva fresco escaló hasta establecerse a una media de 3,5 euros/kilo.
No obstante, durante la pasada semana se produjo un descenso de los precios debido a una reducción de la demanda por parte de la industria y el comercio italianos. Como resultado, los precios del aceite de oliva de la variedad koroneiki pasaron de 3,65 a 3,30 euros/kilo (siempre para entrega a Italia). Por su parte, en Creta, donde acaba de comenzar la cosecha y la molienda, los precios parecen moverse en cifras ligeramente más bajas.
Según destaca Vassilis Zampounis, estos movimientos de precios dibujan el panorama general del mercado de aceite de oliva en Grecia y confirman sus predicciones, por lo que es probable que el mes de diciembre sea crucial, ya que se está a la espera de si algunos compradores italianos (comercio/industria) y de la industria griega son capaces de responder al nivel de precios que marcan los productores.
Asimismo, Zampounis asegura que el aumento constante de los precios no conllevará una tendencia ascendente continua de los mismos, ya que el mercado no es capaz de trabajar con estas fluctuaciones de precios y absorberlos.
En este sentido, el artículo subraya que las cotizaciones pueden y deben someterse a un aumento "razonable", ya que una presión “abrupta” sobre los precios al alza no es beneficioso para nadie, incluyendo a los productores, por lo que serán clave "el realismo, la prudencia y la organización".
