La proliferación de premios a la calidad de aceite de oliva virgen extra en todo el mundo, los numerosos galardones concedidos por algunos de estos certámenes y la disparidad de criterios entre unos y otros es un asunto que preocupa desde hace tiempo al sector. Ahora, el COI ha decidido entrar a poner orden en este maremágnum de competiciones a fin de acabar con la confusión que provoca entre distribuidores, productores y consumidores.
En la misiva, firmada por el director ejecutivo del COI, Jean-Louis Barjol, se detalla que algunos de los certámenes existentes se basan en normas que “no ofrecen garantías de que las muestras sean representativas de la producción comercial real ni de que éstas sean evaluadas por profesionales de análisis sensorial reconocidos”. Precisamente estos dos puntos son sobre los que se plantea actuar el Consejo.
Sin embargo, pese a que todos los expertos catadores consultados por Mercacei aplauden el anuncio del Consejo, dudan sobre el enfoque que el COI pueda darle a este arbitrio y señalan la dificultad de su puesta en marcha. En este sentido, José Alba señala que la decisión llega “un poco tarde” y, sin celebrarla completamente, aclara que “deberían especificar un poco más qué es lo que quieren hacer”.
En la misma línea, Juan Ramón Izquierdo asegura que el asunto “no viene de ahora” y que, aunque “probablemente haya que poner orden, todo depende de cómo se enfoque”. Desde su punto de vista, es necesario, el primer lugar, garantizar la representatividad del aceite presentado a los concursos para que todo el público tenga la posibilidad de disfrutarlo porque, de lo contrario, “nos encontraríamos ante aceites de diseño”, destinados exclusivamente a presentarse a premios.
En cuanto a las habilidades de los catadores, según Izquierdo, este punto es mucho más complicado porque “¿qué capacidad tiene el COI para decidir quién sabe y quién no sabe catar?”. “La fórmula de arbitrar esto es complicada, pero es un punto clave para poder dar garantías”, añade.
Coincide en este asunto Anunciación Carpio, que plantea la duda sobre cómo van a medirse las habilidades de los catadores. “¿Qué van a pedir?, ¿formación acreditada?”, cuestiona la experta, ya que considera que en algo como la cata un título universitario no asegura las habilidades.
Sobre la representatividad, Carpio confía en que en España no va a haber ningún problema, pero opina que, “aunque una certificación de COI es muy interesante, hay concursos que no van a querer lograrla”, en relación a algunos certámenes que tienen lugar fuera de nuestras fronteras.
Mª Paz Aguilera, por su parte, aplaude la iniciativa como experta y también como consumidora y hace hincapié en que esto puede ayudar a los productores a seleccionar aquellos concursos que merecen la pena, dado que, en ocasiones, se presentan a todos sin realizar una criba previa. Asimismo, incide en la necesidad de que detrás de la muestra presentada haya un volumen mínimo que asegure la puesta en el mercado del zumo y destaca que “tener buenos jueces siempre es una garantía”.
Por último, Marino Uceda apunta la necesidad de acabar con la disparidad de criterios entre los concursos. “Habría que hacer un baremo en el que se recogieran cuáles son verdaderamente las virtudes a buscar en un aceite para darle un premio. Esto no está escrito en ningún sitio”, explica.
Cabe destacar que otras fuentes consultadas por Mercacei, han indicado la posibilidad de que este anuncio del COI se produzca con la intención de dotar al propio organismo de contenido ante la inestabilidad que vive en los últimos tiempos.
