Así, según los datos provisionales de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), a los que ha tenido acceso la organización agraria y que no serán definitivos hasta final de mes, en diciembre se produjeron en España un total de 586.000 toneladas de aceite.
Esa cifra, sumada a la producción de octubre y noviembre, arroja una producción acumulada de 859.000 toneladas; mientras que el aforo oficial de la Junta de Andalucía preveía 1,2 millones de toneladas.
En el caso de Andalucía se han producido en diciembre 476.000 toneladas y la producción acumulada es de 664.000 toneladas, si bien el aforo calculó una cifra de 1,03 millones.
En cuanto a Jaén, según ha precisado la organización, en diciembre se han molturado 243.000 toneladas de aceite y con lo producido en los dos meses anteriores de campaña, se acumulan 295.000 toneladas; mientras que la Junta aforó para esta provincia 485.000 toneladas.
En su opinión, quedaría, por tanto, un 40% del aceite por producir para llegar al aforo. Se trata de una cifra que, según Asaja-Jaén, "será difícilmente alcanzable teniendo en cuenta lo avanzado de la cosecha".
En el resto de España, sin embargo, la producción se sitúa en 195.000 toneladas (la Junta calculó 198.000), por lo que ya se habría llegado a lo aforado; y el resto de Andalucía sigue la tendencia de Jaén y apenas ha recogido el 64% de lo previsto, por lo que “se llegará muy justo o no se alcanzará el aforo previsto de 1.030.000 toneladas de aceite”.
Comercialización
Respecto a las salidas, en el mes de diciembre se comercializaron 115.000 toneladas de aceite a nivel nacional. A su juicio, se trata de un buen dato si se compara por ejemplo con octubre, cuando salieron 78.000 toneladas, y noviembre (96.000 toneladas). Los envasadores también acaparan algo más de aceite, ya que incrementan sus existencias en más de 34.000 toneladas, situándose el aceite acumulado en sus instalaciones en 124.000 toneladas.
Con este nivel de salidas, el gerente y portavoz de Asaja-Jaén, Luis Carlos Valero, ha asegurado que “nos encontramos ante una nueva campaña muy justa en cuanto a disponibilidad de aceite y unas cifras que nos muestran un mercado estabilizado, tanto en comercialización como en precios y que debería mantenerse de este modo, sobre todo teniendo en cuenta que, a pesar de las últimas precipitaciones, el olivar alcanza un importante déficit de agua que repercutirá con toda probabilidad en la próxima campaña”.
