No obstante, el informe “El mercado del aceite de oliva en Singapur” -realizado por Mariuca Moala, bajo la supervisión de la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Singpaur- remarca que los importadores entrevistados están de acuerdo en que la imagen de España ha ganado notoriedad durante los últimos años, gracias, principalmente, a la apertura de numerosos restaurantes españoles en el país, la internacionalización de los chefs y, también, los últimos éxitos deportivos.
Sin embargo, aunque la imagen de España como enclave gastronómico continúa expandiéndose, el volumen de productos gourmet consumido de origen español es todavía poco relevante en términos absolutos debido a una falta de información que permita relacionar la comida ofrecida en los restaurantes con el producto comercializado en las tiendas minoristas.
Esto se debe, según la mayoría de los profesionales consultados para la elaboración de este estudio, a la falta de campañas informativas que faciliten la penetración del producto español en el mercado y hagan hincapié en el origen del producto y que contribuirían a reforzar la marca España.
Según este informe, la reciente tendencia de algunos restaurantes a vender los productos con los que trabaja podría ejercer un gran impacto sobre los alimentos gourmet españoles. De hecho, todos los importadores consultados coinciden en la necesidad de realizar labores de promoción conjuntas y que la empresa adopte un compromiso activo para introducir su producto en el país, así como en la adaptación de las etiquetas en el mercado.
Y es que el estudio subraya que el mercado singapuerense de aceite de oliva resulta de especial interés para las empresas españolas del sector, ya que el grado de dependencia de la importación supone el 100% del consumo, al no haber producción propia en el país.
En concreto, España e Italia lideran las importaciones de aceite de oliva de Singapur a lo largo de los últimos cinco años, alcanzando entre ambos países una cuota conjunta de importación superior al 80%. Además, la tasa anual de crecimiento compuesto de España es del 11%, una cifra superior a Italia que ha alcanzado un 8% en el mismo periodo.
