El abuelo Lucio no estaba enfermo y, sin embargo, todos querían deshacerse de él. Tras una vida eterna ofreciendo sus frutos a todas las generaciones que se arrimaron a él, parecía carecer de utilidad en esta era de usar y tirar. Lucio tiene ahora 500 años y ha sobrevivido a todo desde que llegó desde Túnez en forma de rama durante el siglo XII d.C.