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Los ácidos grasos monoinsaturados presentes en el aceite de oliva alargan la vida de los gusanos

Los ácidos grasos monoinsaturados presentes en el aceite de oliva alargan la vida de los gusanos

viernes 07 de abril de 2017, 11:21h
Los gusanos que almacenan grasas monoinsaturadas en sus intestinos viven más tiempo, según un estudio realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, que vincula la regulación epigenética con el metabolismo de las grasas y que puede tener implicaciones para muchas otras especies.

Según ha informado el centro docente en su pagina web, esta acumulación de grasa -y el consiguiente aumento de la vida de los gusanos- puede estimularse simplemente alimentando a los animales con ácidos grasos monoinsaturados como los encontrados en el aceite de oliva. Los investigadores creen que, debido a que muchas especies comparten patrones similares de metabolismo de los ácidos grasos, es posible que los hallazgos pudieran extenderse a otros animales, incluidos los humanos.

Este hallazgo, según la universidad, sugiere que la acumulación de un tipo específico de grasa puede ser realmente beneficioso, lo que supuso una sorpresa para los investigadores, pues la restricción calórica también ha demostrado prolongar la vida de muchos animales.

"Desde hace tiempo sabemos que los cambios metabólicos pueden afectar a la esperanza de vida, pero esperábamos que los animales longevos en nuestro estudio serían los más delgados y en cambio resultaron ser más gordos. Esto fue una gran sorpresa", ha indicado Anne Brunet, profesora de genética, directora asociada del Centro Paul F. Glenn de Stanford para la Biología del Envejecimiento, y principal autora del estudio, publicado el pasado 5 de abril en la revista Nature.


Explorando la epigenética

Los investigadores analizaron cómo los complejos de proteínas epigenéticas, que añaden o eliminan etiquetas químicas en la maquinaria de envasado de ADN de las células, podrían interactuar con cambios metabólicos en un gusano de este tipo con el objetivo de afectar a su vida útil.

Brunet ha explicado que "es bien sabido que los complejos de proteínas epigenéticas y las vías metabólicas afectan a la vida de muchos animales, pero hasta ahora no sabíamos por qué, o si estos dos procesos estaban ligados de alguna manera".

En concreto, los investigadores se propusieron examinar el efecto del bloqueo de la actividad de un complejo de proteínas llamado COMPASS sobre el metabolismo de este tipo de gusanos, que son muy populares para estudios de longevidad debido a su vida relativamente corta y fácil cuidado. Juntas, las proteínas añaden etiquetas químicas denominadas grupos metilo a un componente de la maquinaria de envasado de ADN de una célula llamada histona. La presencia o ausencia de esta etiqueta afecta si el ADN sigue enrollado herméticamente como el hilo en un carrete o se despliega para permitir que sus genes se expresen.

Este equipo había demostrado previamente que los gusanos que carecían de la actividad de COMPASS vivían un 30% más que sus compañeros y querían saber por qué. "Pensamos que esta modificación epigenética causada por COMPASS podría imitar la restricción dietética. Así que empezamos a observar el metabolismo y el contenido de grasa de los gusanos carentes de actividad COMPASS", señaló Brunet.

Los investigadores vieron que los gusanos carentes de un complejo funcional COMPASS no sólo vivían más tiempo que sus compañeros, sino que también acumulaban grasas en su tripa. Un estudio más cercano con una técnica analítica denominada cromatografía de gases acoplada con espectrometría de masas demostró que la grasa era principalmente del tipo de ácidos grasos monoinsaturados, presente en el aceite de oliva, las nueces y los aguacates.

"Este hallazgo fue emocionante, pero entender por qué estaba ocurriendo nos supuso algo más de tiempo", subrayó Brunet.

Prolongar la vida

En este sentido, descubrieron que la inhibición de la actividad COMPASS en la línea germinal causó, de algún modo, un aumento específico en la expresión de enzimas que convierten las grasas poliinsaturadas en grasas monoinsaturadas en la tripa de los animales. Aunque el método de comunicación entre la línea germinal y el tejido intestinal todavía se encuentra bajo investigación, el hallazgo fue “intrigante”, según la universidad, que precisó que los seres humanos con dietas ricas en grasas monoinsaturadas han demostrado tener un riesgo reducido de enfermedades de corazón y diabetes, y algunos estudios incluso han demostrado que los centenarios almacenan más grasas monoinsaturadas que los no centenarios.

"Queríamos saber si esta acumulación de grasas monoinsaturadas era importante para la vida, así que alimentamos a los gusanos directamente con grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas. Encontramos que las grasas monoinsaturadas se acumulaban en la tripa de los gusanos y aumentaban su vida útil incluso cuando COMPASS no estaba mutado. En contraste, las grasas poliinsaturadas no tienen el mismo efecto", especificó Brunet.

Los investigadores están trabajando en la actualidad sobre cómo la acumulación de ácidos grasos monoinsaturados trabajan para prolongar la vida. Algunas posibilidades incluyen la disponibilidad de energía rápida en la grasa almacenada o el hecho de que la grasa puede proporcionar una fuente accesible de moléculas de señalización basadas en lípidos para facilitar la comunicación entre células o tejidos. Alternativamente, las grasas monoinsaturadas pueden ayudar a preservar la fluidez de las membranas lipídicas que encierran y protegen las células.

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