Estos datos se desprenden del informe sobre perspectivas a corto plazo de la Comisión que incluye un análisis de la evolución del mercado y de las estimaciones para el aceite de oliva.
En este documento, Bruselas estima que la producción de aceite de oliva en la UE 2016/17 sea de 1,74 millones de toneladas, un 25% menos que en la campaña anterior y un 15% por debajo de la media de los últimos cinco años. Destaca la disminución en Italia, cuya producción, con tan sólo 182.000 t., es un 57% inferior a la media de los últimos cinco años; mientras que también han registrado descensos países como Francia (36% por debajo de la media de los últimos cinco años) y Grecia (29% inferior). En España, por su parte, la producción es un 9% inferior a la del año anterior, pero se sitúa cerca de la media de los últimos cinco años.
La Comisión ha atribuido este descenso al clima “desfavorable”, con la humedad del verano favoreciendo la presencia de la mosca del olivo, mientras que las condiciones frías y ventosas afectaron al establecimiento del fruto en Italia. Asimismo, las intensas olas de calor de mayo y junio provocaron una bajada de la producción en España, Portugal y Grecia, mientras que el rendimiento medio de las aceitunas españolas fue inferior al habitual.
La producción en el resto del mundo también es menor a la habitual, con un total de 789.000 toneladas en la actual campaña 2016/17, un 6% inferior a la temporada anterior, con descensos principalmente en Túnez y Marruecos, mientras que Turquía fue el único país que aumentó su producción.
Respecto a la campaña 2017/18, Bruselas cree que aún es "prematuro" realizar una estimación de la producción de aceite de oliva. Hasta el momento, a su juicio, el clima ha permitido una buena floración en España, a pesar de las condiciones calurosas y secas, no obstante el potencial de producción puede verse afectado si tales condiciones persisten, por lo que "será necesario vigilar la precipitación y la disponibilidad de agua para el riego".
Exportaciones estables y bajas existencias
En cuanto al comercio, el Ejecutivo comunitario ha precisado que las exportaciones de la UE subieron un 5% durante los primeros siete meses de la campaña de comercialización 2016/17, si bien las importaciones cayeron un 13%.
En su opinión, durante toda la campaña, las exportaciones a terceros países deberían mantenerse cerca de su máximo histórico, en torno a las 570.000 toneladas, lo que implica que el consumo descenderá dentro de la UE, con disminuciones particularmente significativas en los países productores (-17% en comparación con la media de los últimos cinco años, según se deduce del balance de suministro).
Respecto a las existencias, Bruselas cree que serán bajas al final de la campaña de comercialización (30 de septiembre de 2017), cerca de su mínimo histórico de hace dos años, hasta 250.000 toneladas, es decir, el 12% del uso medio de aceite de oliva de la UE (consumo más exportaciones).
