¡Y llegó Filomena!

No habíamos terminado de digerir las 12 uvas y, de repente, unos personajes grotescos con pieles y cuernos de bisonte asaltaban el Capitolio de los Estados Unidos -adalid de la democracia en mayúsculas- con la facilidad con la que un niño pequeño tira un vaso torpemente apoyado en el filo de la mesa. Y resulta que cuando, por fin, conseguimos reponernos de esa resaca nos topamos en España con la peor nevada en décadas. Una de esas que, lejos de recordarnos a una de las entrañables escenas de ¡Qué bello es vivir!, nos traslada de pleno a un capítulo de esas sagas apocalípticas tan de moda en la que cualquier cosa podría pasar.

Olivos partidos por la mitad e incluso arrancados de cuajo ha sido la estampa con la que se han encontrado agricultores de Castilla-La Mancha, Aragón, Cataluña, Extremadura, Andalucía o Madrid. ¡Recordemos que en esta última llegamos a ver a gente esquiando en medio de la Gran Vía! Pero no todo han sido divertidas peleas de bolas de nieve. La capital ha sido una de las regiones más afectadas por una terrorífica Filomena que ha dañado más del 60% de los árboles de los parques históricos.

Este temporal no ha hecho más que agravar una situación que ya era de por sí complicada: la celebración de ferias y eventos de negocios. Los últimos en reinventarse o aplazarse han sido Agroexpo, que se celebra esta semana en formato on line; Expoliva, que finalmente tendrá lugar en septiembre con nuevas instalaciones y un formato mixto; Organic Food Iberia que, tras haber aplazado su celebración a junio, se ve obligada a recurrir a septiembre; o la World Olive Oil Exhibition (WOOE), que prefiere esperar a 2022 para intentar desarrollar toda su actividad con “absoluta normalidad”.

También hay otras ferias y eventos que, si bien todavía no han comunidado cambios en su agenda, todo indica que, si la cosa sigue así, no les quedará más remedio que ponerse a la cola y emplazar a sus expositores y visitantes al último trimestre de 2021, que se intuye movidito. ¡Y nada nos gustaría más que así lo fuese! Eso significaría que las cosas van volviendo, aunque sea poco a poco, a la normalidad.

Nada se me antoja ahora mismo más saludable que vernos en las ferias, abrazarnos en los bares, cenar juntos en los restaurantes, celebrar en los hoteles... ¡con o sin Filomena! Lo importante es que nos despertemos, de una vez por todas, de esta pesadilla que día a día supera todos los límites de la ficción.

¡Y llegó Filomena!

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