El AOVE envejece

Sin embargo, el virgen extra envejece porque a los jóvenes no les gusta. No comprenden sus atributos, no valoran su amargor y se muestran confusos con sus usos, probablemente influídos por la interferencia de otros productos y otras culturas en un mercado globalizado. Estas son algunas de las tristes conclusiones extraídas de un complejo experimento de cata de aceites realizado por la Cátedra Caja Rural AOVEs de Jaén José Luís García-Lomas Hernández de Economía, Comercialización y Cooperativismo Oleícola y el Centro de Estudios Avanzados en Olivar y Aceite de Oliva, ambos de la Universidad de Jaén (UJA). Entre sus resultados figura que los aceites son mejor valorados a media que la edad crece y, de hecho, existe una adecuación en la apreciación del atributo amargo, que se va desarrollando con la edad, siendo más valorado a partir de los 60 años. Sí, han leído bien, ¡a los 60 años! Ése es el consumidor que más valora uno de los atributos más importantes del aceite de oliva virgen extra que, además, proviene de los compuestos fenólicos, lo que hace que este producto sea tan saludable.

La UJA alerta de la gravedad de esta situación, pues estos resultados pueden ser indicativos de una pérdida de la importancia del aceite de calidad en el cómputo global de la ingesta alimentaria, en parte debido a la ausencia de campañas de comunicación eficaces. Además, cabe destacar que el experimento se realizó en Jaén, zona donde el producto goza presumiblemente un mayor valor simbólico y una mayor apreciación que en otros lugares, por lo que los investigadores han querido resaltar que cabría la posibilidad de que esta relación gusto-edad fuera incluso más acusada a nivel nacional.

Sea cual sea el escenario, la batalla por la edad no la podemos perder, puesto que los jóvenes de hoy son los padres de los consumidores del mañana. De modo que sólo queda preguntarnos: ¿y ahora qué? Pues ahora vamos a convencer a los millenials, centennials, o como se quieran llamar, de que el #AOVEmola . Y vamos a contárselo así, en su idioma.

¿Quién iba a pensar que a los jóvenes españoles les gustaría cenar trocitos de pescado crudo encima de un montoncito de arroz? Pues hay cientos de restaurantes de sushi en nuestro país, y al parecer no cierra ninguno. Marketing, amigos, todo es una cuestión de saber comunicar. Si han sucumbido al umami de un atún que te sirven casi aleteando en el plato, ¿cómo no hacerlo ante el zumo más aromático del mundo?

El AOVE envejece

Mercacei Semanal 1.238