La entidad ha asegurado que es especialmente preocupante la situación en España, el mayor país productor de la UE, donde la sequía y las altas temperaturas han afectado al desarrollo del fruto. A su juicio, es poco probable que las tierras de secano den frutos, mientras que la producción en tierras de regadío sólo pueden salvarse si llueve en el mes anterior de la cosecha.
Asimismo, ha indicado que, según las estimaciones más optimistas, se espera que la producción descienda hasta casi la mitad de la registrada en la campaña anterior (1,49 millones de toneladas). A su vez, los oleicultores españoles se preparan para rendimientos aún más bajos en la campaña 2022/23 en caso de que siga sin llover. Además, ha añadido que de persistir la sequía actual, la producción del próximo año también se verá afectada.
En Italia, se espera que la producción de aceite de oliva se reduzca un 30% en comparación con el año pasado (329.000 toneladas). La caída se debe a la alternancia productiva, agravada por la sequía, que sumió a los olivares en estrés hídrico y problemas fitosanitarios.
En el caso de Grecia, el Copa-Cogeca espera que la producción mejore significativamente (+29%) respecto a la temporada precedente (227.000 toneladas). Las cifras previstas están sujetas a cambios en función de la evolución fitosanitaria en Creta.
Asimismo, tras una producción récord en 2021/22 (206.000 toneladas), los oleicultores de Portugal prevén que la cosecha de este año descienda un 40%, ligeramente por debajo del promedio de cinco años, debido a la sequía y a la alternancia productiva.
En Francia, las altas temperaturas en el momento de la floración limitaron la formación de frutos, mientras que la posterior sequía estival provocó su descenso. Como resultado, se prevé una disminución de la producción del 44%.
Aceituna de mesa
En cuanto a la previsión para la aceituna de mesa, las estimaciones actuales indican una tendencia similar al aceite de oliva.
En este sentido, la entidad ha detallado que los productores en España esperan una caída del 35%, mientras que Italia prevé una disminución de hasta el 25%. Asimismo, se calcula que la reducción del rendimiento en Portugal oscile entre el 25 y el 50%, mientras que en Francia los productores esperan un descenso del 42%.
El presidente del Grupo de Trabajo sobre Aceitunas y Aceite de Oliva del Copa-Cogeca, Francisco Molina, ha subrayado que se trata de “un año marcado por el cambio climático, el aumento de los precios de la energía y las materias primas”. “Una menor cosecha está poniendo al sector en una situación muy compleja. La reducida disponibilidad, junto con un aumento drástico en los costes de producción, impulsará los precios. De confirmarse esta previsión, las dificultades a las que se enfrentan productores y consumidores igualmente afectará a toda la cadena de valor”, ha añadido.
