El proyecto incluye ensayos de campo para evaluar la deriva potencial (ISO 22866:2005), las deposiciones objetivo (ISO 22522:2007), la eficacia del producto y la exposición de la salud humana a los productos químicos de drones en comparación con la pulverización terrestre convencional.
Entre los miembros que integran PhytoDron se encuentran la Asociación Empresarial para la Protección de las Plantas (AEPLA) -como coordinadora del proyecto- y Corteva Agriscience -como representante-, mientras que como socios y colaboradores figuran la Universidad de Sevilla, Baskegur, el IRTA, el Colegio de Ingenieros Agrónomos de Centro y Canarias, Neiker, la Universidad Politécnica de Madrid, INIA, Dcoop, la Plataforma Tecnológica del Vino, Syngenta, BASF y el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST).
Según la información facilitada por AEPLA a Mercacei, los ensayos realizados en 2022 en todo el territorio español cubriendo diferentes climas y condiciones en olivo, cítricos y viñedo, son representativos de la diversidad de cultivos tridimensionales que se cultivan en España. Los ensayos en pinos también han validado el uso de drones en la gestión de la sanidad vegetal en bosques.
En este trabajo se han comparado los resultados preliminares del potencial de deriva (transmitido por el aire y sedimentación) de drones y pulverizadores terrestres convencionales, junto con los valores de deriva utilizados actualmente en la evaluación de riesgos acuáticos y terrestres en el marco de la UE de aprobación de sustancias activas de fitosanitarios, con el objetivo de desarrollar escenarios específicos para tratamientos UASS (Sistemas de pulverización aérea no tripulados) en el futuro.
AEPLA ha precisado que a través de un estudio holístico, realista y pragmático, el proyecto GO PhytoDron ha demostrado que el tratamiento con drones es diferente al tratamiento aéreo tripulado. A su juicio, se podría considerar que estos resultados alentadores aceleran los procesos de la UE para considerar a los drones como herramientas válidas para la agricultura de precisión que contribuyen a cumplir los objetivos de sostenibilidad, al tiempo que abordan los requisitos y necesidades de los agricultores.
En este sentido, según se puso de manifiesto en la jornada de presentación de este grupo operativo, celebrada recientemente, los resultados de este proyecto van a servir de base para establecer su equiparación normativa con las aplicaciones terrestres convencionales. De esta forma, se va a propiciar un uso más adecuado de este tipo de productos, al reducir los volúmenes empleados y minimizar los riesgos derivados de su empleo. En este ámbito, el secretario general de Agricultura y Alimentación, Fernando Miranda, señaló que la información procedente de este proyecto será de gran utilidad para reforzar la posición española en las negociaciones del reglamento comunitario de uso sostenible de productos fitosanitarios.
España defiende una simplificación de los requisitos en el uso de drones, ya que permitirá a los agricultores aprovechar las ventajas de la agricultura de precisión, más eficaz y con menores costes. A este respecto, se mostró convencido de la utilidad de los drones para la aplicación de fitosanitarios. Así, en el marco de la normativa actual, el MAPA ha desarrollado una ficha de requisitos para la concesión de autorizaciones puntuales en el empleo de estas aeronaves, con la colaboración de la Autoridad Española de Seguridad Aérea (AESA).
AEPLA ha subrayado que la agricultura de precisión y las nuevas tecnologías ofrecen una oportunidad para mejorar la eficacia y la competitividad agrícola, así como ayudar a alcanzar los objetivos de sostenibilidad establecidos por la estrategia "De la granja a la mesa" de la Comisión Europea. En particular, el uso de drones para aplicaciones de productos fitosanitarios se percibe como una herramienta prometedora a corto plazo. Asimismo, ha considerado que los UASS brindan la oportunidad de introducir técnicas de agricultura de precisión, como la pulverización puntual, con potencial para aumentar la resolución espacial y, en consecuencia, optimizar la cantidad de producto aplicado, hacia una agricultura amigable con el medio ambiente. A su vez, ofrecen reducción de fitosanitarios, volumen de agua y huella de carbono.
Sin embargo, ha indicado que dado que actualmente los drones están catalogados como de aplicación aérea, los tratamientos con drones están prohibidos según la Directiva de Uso Sostenible 2009/128/CE. A su juicio, se trata de una situación paradójica, ya que "la legislación que cuida la sostenibilidad está bloqueando el progreso tecnológico alineado con esta sostenibilidad".
Esta asociación ha asegurado que España es pionera en la UE, ya que es el país que ha dedicado más esfuerzo en aras de la aplicación de productos fitosanitarios con drones con una visión "práctica, clara y urgente".
"GO Phytodron materializa ideas, concretándolas en estudios y ensayos, y avanzando en el conocimiento necesario sobre drones aplicadores para pasar de herramienta prometedora a realidad al alcance de los agricultores", ha destacado, al tiempo que ha remarcado que los datos y conocimiento obtenidos conseguirán acelerar la modelización de drones aplicadores y su autorización en el marco de la agricultura de precisión.
