- Los Soprano (HBO Max, 6 temporadas)
Los fans de Los Soprano -una serie sobre el mundo de la mafia estrenada hace más de dos décadas que ha sido catalogada por la crítica como una de las mejores de todos los tiempos- saben que la gastronomía juega un papel muy importante en las tramas protagonizadas por el mafioso de Nueva Jersey Tony Soprano (James Gandolfini) y su amplia familia: enormes platos de pasta, lasaña, antipasti, cannoli -un dulce tradicional siciliano-, carne roja, salami, prosciutto, mortadela, gabagool (conocido como capicola, un tipo de salami que es un cruce entre prosciutto y salchicha), marisco… y mucho aceite de oliva virgen extra. Icono de la cultura popular estadounidense del siglo XXI, la serie -que fue inicialmente concebida como un largometraje sobre “un mafioso en terapia que tiene problemas con su madre”- ha dado lugar a una gran cantidad de productos: libros, bandas sonoras e incluso un videojuego. The Sopranos Family Cookbook recoge dos centenares de recetas típicas de la cocina italiana, napolitana y de Avellino -la localidad de la que es oriundo Tony Soprano- donde el AOVE es protagonista destacado.
- Gilmore Girls (Netflix, 7 temporadas)
“La vida es corta, habla rápido” es el lema de la célebre serie costumbrista estadounidense Gilmore Girls -que sigue siendo un must más de dos décadas después de su estreno-, conocida por sus diálogos rápidos y sus ingeniosas réplicas, plagados de continuas referencias al cine, la televisión, la música, la literatura -durante las siete temporadas de la serie se mencionan 339 libros diferentes-, la política o el feminismo. Definida por la crítica como “un producto encantador, divertido e ingenioso capaz de atraer a todas las edades”, en la historia de Lorelai (Lauren Graham) y Rory Gilmore (Alexis Bledel) -una madre soltera y su hija adolescente que viven en el pueblo ficticio de Stars Hollow (Connecticut), adictas al café, la comfort food y la cultura pop- la comida es la gran protagonista silenciosa de una serie en la que se habla rápido, muy rápido. Y es que para su creadora, Amy Sherman-Palladino, hablar rápido es sinónimo de inteligencia, disfrute y buenas risas. Igual que el aceite de oliva virgen extra, vamos.
- Hannibal (Amazon Prime Video, 3 temporadas)
Creada por Bryan Fuller y basada en los personajes de los libros Red Dragon y Hannibal de Thomas Harris, Hannibal es una aclamada serie que pone el foco en la relación entre el analista e investigador del FBI Will Graham (Hugh Dancy) y el doctor Hannibal Lecter (Mads Mikkelsen), un reputado psiquiatra -y asesino en serie- amante de la buena cocina y aficionado a la carne humana destinado a convertirse en el más astuto enemigo de Graham que al mismo tiempo es la única persona capaz de entenderlo. Deudora del cine de Alfred Hitchcock, David Lynch o Stanley Kubrick, y elogiada como una de las mejores series de terror psicológico de todos los tiempos, Hannibal contó con el chef asturiano José Andrés como consultor culinario con el objetivo de asesorar al equipo acerca de cómo preparar elaborados guisos con carne humana. Rodada en Toronto (Canadá), cada capítulo de la primera y segunda temporada lleva el título de un plato o concepto de cocina -franceses y japoneses, respectivamente-, mientras que en la tercera y última las especialidades italianas toman el relevo -algunas escenas se rodaron en el país transalpino, principalmente en Florencia y Palermo-. Así, el refinado y sofisticado paladar del doctor Lecter disfruta con exclusivos vinos y exquisitos platos -lomo de cerdo servido con salsa Cumberland de frutos rojos, tête de ternera con salsa verde, foie gras au torchon con salsa Vidal de cosecha tardía, higos secos y frescos o pollo silkie con caldo en base de dátiles rojos y anís estrellado- entre cuyos ingredientes no falta el AOVE, junto a otros no aptos para todos los estómagos.
- Servant (Apple TV+, 4 temporadas)
Tras Servant se halla el talento de M. Night Shyamalan, productor ejecutivo y director de dos capítulos de esta serie de terror psicológico -su segunda incursión en la televisión- centrada en la historia de los Turner, una pareja adinerada en duelo tras la terrible pérdida de su bebé, al que reemplazan por un muñeco reborn tras el shock postraumático que sufre Dorothy, la madre. Una tragedia que provoca un distanciamiento en el matrimonio, al tiempo que abre las puertas de su hogar a una misteriosa fuerza. Estamos ante un escalofriante thriller sobrenatural de impecable factura técnica -y un original tratamiento formal que huye de convencionalismos- y sólidas interpretaciones que conjuga a la perfección una atmósfera asfixiante -la mayor parte de la acción ocurre dentro de la casa de los protagonistas- con un tono demencial salpicado de buenas dosis de humor negro que casi roza el absurdo. Un disparatado cóctel de géneros, una olla a presión a punto de estallar no apta para todos los paladares, como el helado de langosta con fresa que cocina Sean Turner, el neurótico personaje de Toby Kebbell, un prestigioso chef que dedica muchas horas a preparar sofisticados platos gourmet en la cocina de su casa -la comida es un personaje más de la serie-, algunos generosamente regados con aceite de oliva.
- Feed the Beast (Amazon Prime Video, 1 temporada)
En Feed the Beast (2016), adaptación de la ficción danesa Bankerot de Kim Fupz Aakeson, David Schwimmer (el inolvidable Ross Geller de Friends) es un sumiller viudo y padre de un hijo adolescente que cumple su sueño de abrir un restaurante de cocina mediterránea en Nueva York junto a su mejor amigo (Jim Sturgess), un joven y brillante chef con tendencia a meterse en líos que tiene problemas con la policía y la mafia, complicando tanto el proyecto como sus propias vidas. Centrada en los bajos fondos del Bronx, donde la delincuencia, los funcionarios corruptos y los mafiosos violentos inundan las calles, Feed the Beast habla de amistad, amor, trabajo y cómo superar los problemas del día a día en el mundo de los negocios y las relaciones personales. Por supuesto, la cocina del Thirio es uno de los grandes protagonistas de la historia -con el aceite de oliva virgen extra como uno de los ingredientes estrella- y los responsables de la serie contaron con el asesoramiento de chefs y profesionales de la restauración con objeto de recrear de forma realista lo que sucede dentro de un restaurante.
- Billions (Netflix, 6 temporadas)
Protagonizada por Paul Giamatti y Damian Lewis, e inspirada en el colapso de Wall Street de 2007, Billions explora la estrecha y oscura relación entre el poder y la política en el mundo de las altas finanzas de Nueva York, donde nada es lo que parece y están en juego enormes cantidades de dinero. La serie, un trepidante thriller sobre la doble cara del sueño americano que describe las pulsiones ocultas de los niños mimados del sistema, narra la cruzada personal emprendida por el fiscal federal Chuck Rhoades (Giamatti) contra el ambicioso gestor de fondos de inversión Bobby “Axe” Axelrod (Lewis), el rey de los hedge funds, dando inicio a una batalla titánica donde solo puede quedar uno. Poder, megalomanía, destrucción, corrupción, engaños, traición… Basado en hechos reales, Billions retrata un mundo despiadado donde Wall Street se presenta como el campo de batalla de las élites financieras y los fiscales más prestigiosos en busca de sus puntos débiles, para los que el riesgo se mide en miles de millones de dólares. La gastronomía es un elemento recurrente en todos los capítulos de la serie: mangú dominicano, hortelano al Armagnac -un pequeño pájaro en peligro de extinción que da nombre a una receta prohibida en la Unión Europea desde 1999 cuya degustación incluye una liturgia vergonzante-, pizza callejera…son algunos de los manjares que aparecen en Billions, convertida en una pequeña guía informal sobre los restaurantes más exclusivos de Manhattan, con la presencia de chefs reales cocinando platos exquisitos en comidas privadas. Con aceite de oliva virgen extra, por supuesto.
- Julia (HBO Max, 1 temporada)
Julia recrea la historia de la chef Julia Child (Sarah Lancashire), pionera de los programas de cocina en televisión con The French Chef, quien, gracias a su talento, frescura, ingenio y entusiasmo, se convirtió en todo un fenómeno mediático en los 60’s, en un icono de la pantalla y de los fogones. Formada en Le Cordon Bleu y autora del libro El arte de la cocina francesa -que fue recibido con entusiasmo en los hogares de la clase media estadounidense-, sus recetas y su sentido del humor rompieron moldes en una etapa de cambios en la historia del país, que asistía al surgimiento de la televisión pública como una nueva institución social y a la segunda ola feminista. La de Julia Child fue una revolución tanto feminista como cultural: el programa se mantuvo diez años en antena cosechando un éxito rotundo y contribuyendo a la felicidad de millones de americanos que disfrutaban con esa despreocupada manera de enseñar a cocinar (“si sabemos leer, sabemos cocinar”, afirma convencida la protagonista). Las escenas de cocina en los ocho capítulos de la primera temporada -cada uno lleva el nombre de un plato- están rodadas de forma que permiten al espectador saborear los diferentes platos, como esa jugosa omelette que Julia le prepara con amor a su marido Paul para desayunar en el primer episodio. Mesas perfectas con estupendas y apetitosas viandas, mucho borgoña, ostras, postres de chocolate, toneladas de mantequilla -y también aceite de oliva-… toda una celebración de la comida y del amor por la cocina.
- Master of None (Netflix, 3 temporadas)
Dev (Aziz Ansari) es un actor de origen hindú en la treintena con demasiadas preguntas que vive en Nueva York y todavía no tiene demasiado claro qué quiere hacer con su vida. Cocreada y protagonizada por Aziz Ansari, Master of None es una divertida sitcom de aire indie y una acertada reflexión sobre los temas que ocupan y preocupan a la generación millennial en la que la gastronomía -ya sea italiana, tailandesa o mexicana, con guiños a España (paella, jamón, crema catalana o las mundialmente famosas tapas)- es un elemento omnipresente . Y es que al bueno de Dev le cuesta decidir hasta qué comer. Sus protagonistas visitan muchos de los restaurantes más populares de Nueva York e incluso algunos de los más reconocidos del mundo, como la Osteria Francescana de Módena, del chef Massimo Bottura. No en vano, Dev adora la pasta y al comienzo de la segunda temporada estudia cocina en Italia. Cada episodio -sus ágiles e inteligentes diálogos no exentos de profundidad ciertamente enganchan- gira en torno a algún aspecto de su vida cotidiana, como su experiencia como inmigrante de segunda generación, sus relaciones familiares y amorosas, la discriminación racial en el mundo laboral, la difícil situación de las personas mayores -los padres de Dev son también los de Aziz Ansari en la vida real- o cómo encontrar el mejor restaurante italiano. Algunos de los momentos más divertidos de esta aclamada ficción suceden mientras los personajes se reúnen alrededor de una mesa, bebiendo o comiendo.
- The Trip (Amazon Prime Video, 4 temporadas)
En The Trip (2010), del prolífico director británico Michael Winterbottom, el crítico gastronómico Steve Coogan y su extravagante amigo y compañero de viaje Rob Brydon -dos cómicos que se interpretan a sí mismos en clave de autoparodia- degustan exquisitos platos e improvisan diálogos inteligentes mientras realizan una gira gastronómica con todos los gastos pagados -por el diario The Observer- por el norte de Inglaterra. Original, brillante, divertida y a ratos melancólica, esta atípica road movie tuvo su continuación en forma de una trilogía que sigue el viaje gastronómico de Steve y Rob por el sur de Europa. Así, en la primera película viajan a Italia siguiendo los pasos de los grandes poetas románticos del siglo XIX y descubren bellos paisajes y muchos de sus platos tradicionales. La segunda sigue el road trip culinario de los dos amigos por España, desde Santander y el golfo de Vizcaya hasta Castilla-La Mancha y la costa de Málaga, degustando las delicias de cada región. En la tercera película, estrenada diez años después de la serie original, el dúo se traslada a Grecia para seguir los pasos de Ulises en La Odisea, comenzando en Troya y acabando en Ítaca, en un recorrido por la gastronomía clásica del país. En 2019, The Trip ocupó el puesto 95 en la lista de The Guardian de los 100 mejores programas de televisión del siglo XXI.
- The Bear (Disney+, 1 temporada)
De The Bear lo mejor que se puede decir es que es auténtica, porque retrata como pocas el frenético caos entre gritos y fogones que se vive en la cocina de un restaurante y el precario sentido de la familia. Saludada como una de las mejores series del año -y con una elogiada banda sonora compuesta por clásicos del rock convencional y alternativo de las décadas de 1980 hasta 2000-, en ella un joven y talentoso chef procedente del mundo de la alta cocina (Jeremy Allen White) regresa a Chicago para gestionar el ruinoso local de sándwiches de su familia, el Original Beef of Chicagoland, tras la trágica muerte de su hermano. Mientras lucha por transformar tanto el negocio como a sí mismo, trabaja junto a un equipo escasamente preparado y reacio a los cambios que acaba por convertirse en su familia. Con una mezcla perfecta de ingredientes, nos hallamos ante una original y sorprendente propuesta que presume de un ritmo trepidante -como el que se respira en la cocina-, plena de tensión, intensidad y hasta comedia, mostrando en toda su crudeza la realidad del duro negocio de la hostelería, donde se entrecruzan anhelos profesionales y relaciones personales. En este asfixiante retrato de la ansiedad y el duelo, del estrés y el agotamiento, Chicago se convierte en uno de los grandes protagonistas, desde el Italian Beef, el bocadillo de carne típico de la ciudad, hasta las numerosas localizaciones reales en un barrio modesto de gente trabajadora. Esta sí que es toda una Pesadilla en la Cocina, no recomendable para quienes sufran de taquicardia.
... y de postre
10+1. Peppa Pig (Netflix, 6 temporadas)
Peppa es una cerdita encantadora, pequeña y descarada que vive con su hermanito George, Mamá y Papá Pig. A la intrépida Peppa le encanta jugar, disfrazarse, conocer lugares interesantes y hacer nuevos amigos, pero lo que más le gusta es saltar en los charcos de barro. Entre juegos, aventuras y algunas travesuras, también hay espacio para introducir a los más pequeños en los hábitos propios de una alimentación saludable. Y claro, cuando toca ir al supermercado, el aceite de oliva siempre está en la lista de la compra.