"No son las mejores noticias para un sector tan importante, específico y autóctono de Málaga, del que viven 4.000 familias vinculadas directamente a su producción. Este año, por la falta de lluvias, volverá a ver mermados muy seriamente sus ingresos", ha explicado Moscoso, quien ha precisado que las altas temperaturas, no obstante, han servido para frenar la picadura de la mosca y, por consiguiente, permitir que el fruto sea de mayor tamaño y de una excelente calidad.
A su juicio, "nos encontramos con un estado alarmante de la aceituna en secano, donde prácticamente se ha perdido un 70% de la producción. Venimos arrastrando una sequía extrema, con excesiva escasez de lluvias, acentuada este año por las olas de calor y las elevadas temperaturas. A pesar de las últimas lluvias registradas el pasado fin de semana, el verdeo será inviable en muchas zonas de la aloreña, especialmente en la comarca del Guadalhorce, donde se producirá un 30% respecto al año pasado, mientras que en la Sierra de las Nieves la producción subirá hasta el 50%”.
Una de las características que hace única a la aceituna aloreña, además de producirse sólo en Málaga, es su recolección, conocida como "ordeño", que es totalmente manual. "Las cuadrillas de trabajadores cogen la aceituna a mano y la depositan en unos canastos cubiertos de tela, en cubetas o en los macacos, para evitar golpes que dañen o estropeen el fruto. Además, es imposible su mecanización debido a la orografía de los olivos. Por ello, los costes de producción de esta variedad de aceituna son superiores a los de otros tipos”, ha recordado Moscoso.
"Se trata de una variedad con unas características y unas condiciones de recolección únicas. Su gran calidad hace que sea muy valorada y apreciada por los consumidores, que cada año están aumentando, y la ha llevado a ser la primera aceituna de mesa en España en obtener el reconocimiento europeo de Denominación de Origen Protegida. Además, hay que tener en cuenta que gran parte de la producción se destina a exportación y que en terceros países se paga mucho mejor. Por ello, tenemos la esperanza de que los precios que recibimos los agricultores tengan un valor añadido, superen los costes de producción y nos permitan seguir viviendo dignamente de este cultivo", ha concluido.
