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La trazabilidad como garantía de calidad

La trazabilidad como garantía de calidad

Acesur

La transparencia en el proceso de producción -tanto con nuestros clientes como con los consumidores- es un aspecto indispensable en las operaciones de Acesur. Desde que la compañía lanzó el protocolo Triple 3Xtra en 2019 no ha parado de perfeccionarlo con objeto de conocer al detalle el aceite de oliva que han adquirido: origen, variedad, momento de la recogida, tipo de cultivos involucrados, información sensorial, analítica y nutricional.

Triple 3Xtra ha enriquecido su contenido gracias a la inclusión de Easy Taste, la pionera nariz electrónica que ha desarrollado el equipo técnico y de I+D de Acesur en colaboración con el panel de cata acreditado del laboratorio INDLAB y con los Servicios Centrales de Apoyo a la Investigación (SCAI) de la Universidad de Córdoba (UCO). Este procedimiento ya está 100% operativo tras más de tres años de estudio, calibración y desarrollo de software específico, y una inversión cercana al millón de euros. Desde su puesta en marcha ha analizado más de 1.000 muestras de aceites de oliva vírgenes y vírgenes extra que, mediante Inteligencia Artificial, perfeccionan el método de forma continua, alcanzando ya un ratio de acierto superior al 93%.

Acesur agrupa sus aceites de oliva según unos niveles de intensidad -establecidos gracias al panel oficial de cata y a Easy Taste- basado en ocho grupos de atributos, de acuerdo a sus usos recomendados en cocina. Esto facilita la decisión de compra del consumidor, identificando los AOVEs gracias a un criterio claro y sencillo que los clasifica en una escala de intensidad del 1 al 5.

Por el momento, Triple 3Xtra ofrece esta completa trazabilidad en los aceites de oliva vírgenes extra de Coosur, su marca líder en ventas: coupages, monovarietales (arbequina, hojiblanca, cornicabra y picual), ecológico o IGP, todos ellos muy marcados por su origen jiennense.

En una próxima fase, Acesur ofrecerá información del resto de sus marcas, empezando por La Española y Guillén. Este protocolo se basa en la autoexigencia, ya que mejora en un 20% los baremos de calidad exigidos por la ley para ofrecer al consumidor más sabor y una garantía de origen y calidad, siendo transparentes en lo que se refiere a la trazabilidad del aceite de oliva.