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Beneficios de abonar en otoño el olivar

Beneficios de abonar en otoño el olivar

jueves 23 de noviembre de 2023, 13:00h

La fertilización en el olivar resulta clave para obtener cantidad y calidad en la cosecha, reducir la vecería, mantener la estabilidad de la producción y conseguir que sea rentable. Ahora bien, el éxito del abonado dependerá tanto del tipo de fertilizante como de su fecha de aplicación, según detalla en este artículo TIMAC AGRO.

¿Cuál es el objetivo del abonado de otoño?

1) Mejorar los rendimientos de la cosecha, aumentando el tamaño del fruto y el rendimiento graso.

2) Poner a disposición del olivo suficiente potasio, elemento de mayor extracción en la cosecha con grandes repercusiones en el cultivo (deshidratación), que ayuda a tolerar mejor el estrés hídrico.

3) Aportar los elementos necesarios para el crecimiento de los tallos tras la parada invernal y sobre el que se producirá la diferenciación de yemas y la fructificación en la siguiente campaña.

4) Restaurar las reservas de nutrientes, teniendo en cuenta que durante este periodo el árbol acumula el nitrógeno, fósforo o potasio para el siguiente ciclo biológico, reduciendo la vecería. Es necesario disponer de estos nutrientes en el suelo y asegurar su absorción.

5) Favorecer la renovación del sistema radicular que registra un crecimiento acusado al final tanto del invierno como del verano. Mantener los niveles de fertilidad del suelo para evitar su empobrecimiento y asegurar un sustento para el olivar en el tiempo.

Cambio de tendencia en las precipitaciones y temperaturas otoñales y primaverales

Históricamente se acumulaba gran parte de la precipitación anual en primavera, mientras que en los últimos años asistimos a primaveras más secas con lluvias torrenciales y a otoños más húmedos con temperaturas más suaves.

La media de precipitaciones de los últimos cinco años, según la estación meteorológica del IFAPA Centro de Cabra, en Andalucía -donde se concentra el 60% de olivar a nivel nacional-, muestra que la precipitación en otoño-invierno (octubre-febrero) fue de 290 l./m2, superando significativamente la de primavera (marzo-junio) 165 l./m2. Además, destacan las primaveras de 2021, 2019 y 2017, con precipitaciones por debajo de 130 l./m2.

En relación con las temperaturas de cinco años atrás, el siguiente gráfico muestra cómo octubre, noviembre y diciembre registran más de 10ºC, lo cual indica que el árbol continúa fisiológicamente activo. Ni siquiera en zonas más cálidas se produce la parada vegetativa invernal.

Esta nueva tendencia implica una mayor actividad del olivar en otoño y su adaptación a primaveras cada vez más secas, condicionando también la eficacia de los fertilizantes banales propios de este período.

Eficacia de los fertilizantes convencionales condicionada por el medio

La liberación de nutrientes de los fertilizantes tradicionales está conducida por factores externos a las necesidades de la planta. El fertilizante reacciona en contacto con el suelo y se solubiliza con el agua de lluvia, reduciéndose la eficiencia de las unidades fertilizantes.

Para que estos fertilizantes se pongan a disposición de la planta, primero se necesita una previsión de lluvias, ya que la humedad ambiental no suele ser suficiente para solubilizarlo. Al solubilizarse con el agua, se desperdician por volatilización hasta un 45% de nitrógeno en forma de amoniaco y óxido nitroso a la atmósfera, hasta un 20% por lavado a capas más profundas en forma de nitratos y hasta un 80% del fósforo por bloqueo con carbonatos en suelos básicos. En cuanto al potasio, gran parte puede quedarse entre las arcillas o perderse. Estas pérdidas son más acuciantes en el olivar andaluz, donde predominan suelos básicos y pobres en materia orgánica.

De esta forma, si se fertiliza en primavera y no se cumple la previsión de lluvias, se corre el riesgo de no aportar los nutrientes que el olivo precisa, al contrario de lo que ocurriría en el otoño con el fertilizante adecuado. De igual manera, las precipitaciones del otoño y del invierno pueden liberar nutrientes de forma desacompasada y perder eficacia.

Entonces, ¿qué solución fertilizante es la más adecuada?

D-CODER TOP, fertilizante a demanda desde el otoño

Para el olivar de secano en otoño, TIMAC AGRO apuesta por el abonado de fondo con D-CODER TOP, el único fertilizante a demanda que libera los nutrientes a medida que el olivo los necesita. Una vez aplicado, el fertilizante se disgrega con las lluvias de otoño en partículas más pequeñas que llegan hasta la zona radicular. Partículas que contienen los complejos PES y FMR, y nutrientes que solo se liberan cuando la planta tiene actividad. Estos PES y FMR potencian la emisión de señales y multiplican la actividad rizosférica, favoreciendo el desarrollo vegetativo y la renovación radicular. Así se reducen las pérdidas de nitrógeno en más de un -35%, de fósforo en un -100% el fósforo y, de potasio, en un -25%.

Beneficios agronómicos de la aplicación de D-CODER TOP en otoño:

  • Aumenta el rendimiento de la cosecha y la calidad del fruto.
  • Restaura la reserva de nutrientes.
  • Estimula el desarrollo vegetativo de brotes.
  • Favorece la renovación del sistema radicular.
  • Mejora la diferenciación de yemas y fructificación en la futura campaña.
  • Confiere mayor tolerancia al estrés hídrico.
  • Contribuye a reducir la vecería.
  • Mantiene la fertilidad del suelo.

Estos buenos resultados se reflejan en los testimonios de campo realizados por los técnicos de TIMAC AGRO durante las últimas campañas. Asimismo, las imágenes satelitales de FARMING UP!, herramienta de Inteligencia Artificial diseñada por la compañía, indican un mayor vigor del olivar a la salida del invierno con la estrategia D-CODER TOP, contrastando con las imágenes reales de olivos con mayores brotes y desarrollo vegetativo.