Según ha detallado esta asociación en su página web, no todas las zonas de España recibieron “el mismo alivio” por las precipitaciones, pero la lluvia en Andalucía –principal región productora- permite “un buen augurio para la cosecha del próximo año, salvo que ocurran otros factores de riesgo que podrían afectar el desarrollo del fruto en las próximas semanas”.
La NAOOA ha precisado que los altos precios actuales del aceite de oliva se deben a la escasez de oferta y a la continua demanda de los consumidores. La presión sobre los precios debido a la escasez de oferta también disminuyó algo tras la última publicación de datos sobre la cosecha 2023/24 del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), que situó la producción total de España en 845.000 toneladas en la campaña 2023/24, lo que supone un aumento del 27% respecto a 2022/23, pero todavía muy por debajo de la cosecha 2022/21, si bien es una cifra mucho mejor que las predicciones más pesimistas.
Además, los exportadores turcos tienen la esperanza de que Turquía pueda levantar su prohibición de exportar después del Ramadán, dado que este país tiene un buen volumen de aceite de oliva en existencias y la nueva cosecha no está lejos, según Don Griego, miembro de la junta ejecutiva de NAOOA con AMD Oil Sales.
En lo que respecta a la demanda, la NAOOA ha señalado que muchos países han experimentado una disminución significativa del consumo. Por ejemplo en Italia, debido al aumento de los precios del aceite de oliva, el Consejo Oleícola Internacional (COI) prevé que el consumo caiga un 13% este año.
Sin embargo, la demanda en Estados Unidos se mantiene relativamente estable. Según Dusan Kaljevic, director ejecutivo de Filippo Berio USA y vicepresidente de NAOOA, "el mercado estadounidense ha sido relativamente resistente a la presión de precios y ha moderado su demanda de aceite de oliva sólo ligeramente, lo que creemos que implica la apreciación del mercado por la salud y los beneficios culinarios del aceite de oliva virgen extra de alta calidad".
En su opinión, otra razón por la que la demanda en EEUU no se ha debilitado mucho es que los consumidores han estado aislados, en gran medidas, de los precios más altos. Según sus cifras, los precios del aceite de oliva en el país norteamericano han aumentado de media sólo un 18% respecto a hace un año. Por ejemplo, los aceites de oliva de marca comercial, que en conjunto representan aproximadamente el 40% de las ventas minoristas, han aumentado sólo un 17% durante el año pasado y la mayor parte de ese incremento se produjo sólo en los últimos meses.
Mouna Aissaoui, vicepresidenta ejecutiva y director de operaciones de Pompeian y presidenta de la NAOOA, ha asegurado que la asociación ha impulsado la demanda de aceite de oliva en el mercado norteamericano hasta el punto de que Estados Unidos es ahora el segundo país consumidor más grande del mundo. Pero el hecho de que la demanda estadounidense no se haya suavizado sigue ejerciendo una presión positiva sobre los precios del mercado mundial".
En definitiva, según la entidad, las últimas noticias presentan un panorama del mercado algo más optimista respecto a su último informe. “En las próximas semanas, estaremos atentos a varios indicadores, incluidos aquellos que pueden afectar la cosecha del Hemisferio Norte de 2024/25, como la floración, y continuaremos monitoreando si la demanda estadounidense reacciona al aumento de los precios”, ha concluido.