Según este informe, en la fecha actual se observan parcelas al límite, menguando el tamaño de los frutos o a punto de arrugarse, como consecuencia del cálido y seco mes de agosto y de las reducciones y mermas de caudal en los riegos deficitarios.
No obstante, según añade, buena parte de las parcelas, al no estar muy apretadas de fruto, lo están aguantando terso, esperando que se inicien pronto las primeras lluvias y aumenten su calidad verdeable, de lo contrario, un porcentaje se tendrá que desviar hacia molino.
En el caso de la variedad manzanilla apunta que, aunque de la vecería positiva se benefician principalmente las zonas del Aljarafe, Huelva, Los Alcores, Utrera y La Vega, su producción se encuentra muy irregularmente repartida, tanto en cantidad como en calidad de los frutos. No obstante, en la actualidad, las parcelas verdeables presentan en general media carga y por ello aceitunas con un buen calibre, al contrario que parcelas con carga y los secanos, que tendrán que esperar a las lluvias para su recolección, ya que, de lo contrario, los aforos se tendrán que bajar. Mientras, el aforo de este avance se cuantifica en 182.000 toneladas.
En cuanto a la gordal, esta variedad –para la que se estima una producción de 20.000 toneladas- es la primera en iniciar la recolección, que ya está en marcha y evoluciona a un buen ritmo, debido principalmente a la poca cosecha existente y por concentrar la totalidad de la mano de obra disponible en su recogida, según el informe.
Los frutos, aunque con poco peso por la falta de humedad y blanduras, presentan un buen calibre, aunque también muestran un significativo porcentaje de azofairón y pelotín.
En general, de la variedad hojiblanca, la cosecha se presenta media e irregular entre árboles y parcelas -236.000 toneladas en total-, con buen tamaño de fruto y con más producción en los árboles de los contornos (efecto cunetero) y en las numerosas plantaciones jóvenes que, junto a las parcelas de riego, son las que garantizan el potencial verdeable en esta fecha.
Según el informe, también hay parcelas al límite del aguante hídrico, con frutos pequeños, que tendrán que esperar lluvias para poder recolectarse para aderezo, o derivarse a molino en caso de continuar la cálida climatología actual.
Para la cacereña, tras la altísima cosecha anterior, su producción esperada sería escasa -14.000 toneladas-, excepto en aquellas parcelas que presentaban una vecería contraria y el pasado año estaban descargadas. Esta circunstancia se confirma, a su juicio, al observarse una arboleda en recuperación vegetativa, con escasos frutos con tamaño pero irregularmente repartidos.
Al igual que la cacereña, la cosecha de la variedad carrasqueña se presenta corta -26.000 toneladas- como consecuencia de la alta producción de la pasada campaña. No obstante, se observan árboles con buenas metidas y cortos de frutos, pero adelantados y con buen calibre y por ello muy verdeables, aunque su recolección será costosa al aproximarse más a un rebusco que una cogida al uso.