Esta jornada tuvo lugar en un olivar perteneciente a la Denominación de Origen Protegida Estepa, un escenario ideal para observar
in situ el estado de los cultivos y profundizar en el conocimiento del ecosistema del olivar. Los estudiantes pudieron conocer de primera mano los trabajos desarrollados en el marco del proyecto Indibio y comprender mejor la importancia de la biodiversidad y la salud del suelo en la productividad y sostenibilidad del cultivo.
Entre los contenidos impartidos, se abordó la función del suelo como almacén de agua, esencial para el desarrollo del olivo, especialmente en climas con escasez hídrica. A través de distintos experimentos sencillos y visuales, el alumnado aprendió a identificar propiedades fundamentales del suelo como la textura, la capacidad de retención de agua o la estructura, observando directamente cómo estos factores inciden en la salud del cultivo.
Según informó la DOP Estepa, otro de los puntos fuertes de la jornada fue el análisis práctico de las cubiertas vegetales. Se explicó su papel en la conservación del suelo, la mejora de su fertilidad, la regulación de la humedad y la contribución directa a la biodiversidad del ecosistema agrícola. Además, los estudiantes recorrieron el olivar observando y analizando diferentes fases fenológicas del olivo, comprendiendo cómo el manejo y el estado del suelo influyen también en el desarrollo fisiológico de la planta.
La biodiversidad fue también protagonista de la formación. A lo largo de la mañana, se identificaron diversas especies de hormigas presentes en el mismo olivar, lo que permitió explicar cómo los distintos manejos del suelo pueden favorecer o limitar la presencia de fauna útil, y cómo estos insectos pueden ser indicativos del equilibrio ecológico de la finca.