Durante los meses de implementación y seguimiento, se ha comprobado que los hidroinfiltradores han sido capaces de captar el agua de escorrentía generada por las lluvias, incluso cuando estas han sido escasas debido a la alta impermeabilidad de los suelos. Este agua, en lugar de evaporarse o perderse por escorrentía superficial, se ha infiltrado en el subsuelo, recargando las reservas hídricas de los olivos en momentos clave del ciclo fenológico, como la floración y el cuajado del fruto.
Los datos obtenidos en campo han confirmado una mejora significativa en la producción y en la calidad de la aceituna, así como un aumento en el rendimiento graso del fruto. En comparación con parcelas testigo sin hidroinfiltradores, las fincas que participaron en el proyecto mostraron una mayor disponibilidad de agua en el suelo, menor erosión hídrica y mejores resultados agronómicos.
Además, Hidrolivar ha incorporado sensores de humedad que han permitido avanzar en la digitalización del olivar, ofreciendo información precisa para la toma de decisiones sobre el riego y contribuyendo a un uso más racional y sostenible del agua. Esta combinación de tecnologías ha demostrado que es posible modernizar el cultivo del olivar y prepararlo para los efectos del cambio climático.
El Grupo Pperativo responsable del proyecto ha estado formado por Cooperativas Agro-alimentarias de Granada, la Universidad de Granada (como coordinador técnico), la empresa Hidroinfiltrador S.L., Oleoestepa y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Gracias al éxito del proyecto, "se abre la puerta a la implantación de esta tecnología en más zonas olivareras de Andalucía y otras regiones mediterráneas, como una solución eficaz, sostenible y adaptativa ante los retos actuales y futuros del sector", han destacado.