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El precio medio de obtención de un kilo de aceite en el mundo es de 2,63 euros

El precio medio de obtención de un kilo de aceite en el mundo es de 2,63 euros

miércoles 02 de diciembre de 2015, 11:55h

30/11/2015 - El precio medio de obtención de un kilo de aceite en el mundo es de 2,63 euros, considerando la superficie de cada uno de los diferentes países productores. En concreto, en el total de costes de obtención de un kilo de aceite, de media, la importancia de la producción de la aceituna en campo representa un 84%, y su transporte y molturación, un 16%.

Estas son algunas de las conclusiones que se desprenden del “Estudio Internacional sobre Costes de Producción del Aceite de Oliva”, al que ha tenido acceso Mercacei y que ha sido elaborado bajo la supervisión de Jean-Louis Barjol y Ammar Assabah, director ejecutivo y director adjunto del Consejo Oleícola Internacional (COI), respectivamente; y coordinado por María Isabel Gómez, del Departamento de Estadística de este organismo, con la colaboración de José María Penco, ingeniero agrónomo y director de proyectos de AEMO; y Juan Vilar, presidente de GEA Westfalia Separator Ibérica y profesor de la Universidad de Jaén (UJA).

El objetivo de este trabajo ha sido obtener el cálculo del coste de elaboración de aceite de oliva por kilogramo en los países miembros del COI y ayudar a los oleicultores a identificar los eslabones en los cuales son menos competitivos.

En este estudio se han analizado 15 países miembros del COI -Marruecos, Grecia, Uruguay, Líbano, Argelia, Irán, Italia, Israel, Túnez, Portugal, Turquía, España, Argentina, Albania y Jordania-, que representan el 89% del olivar mundial (9.954.169 hectáreas); y se han definido siete sistemas de cultivo: olivar tradicional en alta pendiente de secano (S1), olivar tradicional en alta pendiente de regadío (S2), olivar tradicional en moderada pendiente de secano (S3), olivar tradicional en moderada pendiente de regadío (S4), olivar intensivo de secano (S5), olivar intensivo de regadío (S6) y olivar superintensivo de regadío (S7). A su vez, se han valorado costes directos tales como fertilización, protección fitosanitaria, manejo del suelo, poda, recolección y riego.

Asimismo, se han definido como sistemas de molturación de aceituna el sistema moderno de centrifugación y el sistema tradicional de prensas.

 

Conclusiones

El estudio concluye que existen grandes diferencias en los costes de cultivo entre los diferentes países productores y entre los diferentes sistemas de producción. Así, los sistemas de producción más intensivos y de regadío son los que mayores costes por hectárea han registrado, pero también los de mayores producciones, siendo menores los costes unitarios finales. Por el contrario, los sistemas más tradicionales y de secano son los que tienen mayores costes unitarios de producción por kilo de aceituna, es decir, los menos rentables.

Por sistemas de cultivo, el coste medio total de producción de un kilo de aceite oscila entre los 3,45 euros/kg. en el sistema tradicional de alta pendiente de secano hasta los 2,05 euros/kg. en el sistema superintensivo, variando linealmente entre estas dos cifras a medida que se incrementa la intensificación del cultivo. Los países con costes medios ponderados sensiblemente por encima de la media son Líbano, Argelia, Uruguay, Italia, Israel e Irán, país con el precio medio más elevado (6,26 euros/kg); mientras que por debajo de la media se sitúan Marruecos, Túnez y Turquía -este último registra el precio medio más bajo (1,93 euros/kg.)-. Por su parte, en torno a la media de los precios mundiales se encuentran Jordania, Albania, Argentina, España, Grecia y Portugal.

En general, el estudio detalla que Marruecos, Túnez y Turquía son los países donde resultan más favorables los costes de obtención de un kilo de aceite de oliva, por lo que se prevé que en los próximos años crezca el cultivo del olivo, a través de capital propio o exterior. Según este trabajo, en algunos países productores los costes son inevitablemente mayores por causas “concretas y claras”, como es el caso de Israel (por el elevado coste del agua) o Uruguay (por su bajo rendimiento graso).

En este sentido, el trabajo también subraya que existen diferencias “muy importantes” entre los costes de unos países y otros aún manteniéndose en el mismo sistema de cultivo, debido -además de las especificidades- al distinto manejo del cultivo del olivo. Por ello, “existe un amplio margen para disminuir costes en aquellos países con peores números y eso se conseguiría a través de la transferencia tecnológica y de conocimiento, así como mediante la formación continua”.

En el caso de la industria, la variación de costes entre países es importante y oscila entre los 16 céntimos de euro por kilo de aceituna molturada en Uruguay hasta los 3 céntimos en España, un hecho que está relacionado, principalmente, con el tamaño medio de las almazaras.

 

Producciones

En cuanto a las producciones, el estudio detalla que el rendimiento graso es mayor en los países del sur del Mediterráneo donde se ha cultivado tradicionalmente el olivo, reduciéndose drásticamente en los países sudamericanos. Además, las producciones de aceituna de secano son sensiblemente mayores en los países situados al este del Mediterráneo, cuna del cultivo, frente a los situados más al oeste.

La producción de aceite por hectárea se incrementa con la intensificación del cultivo y con el riego, cifrándose la producción media de todos los sistemas y países en 816 kilos de aceite por hectárea, siendo los de mayores producciones unitarias Israel, Albania y Argelia, mientras que Italia, Irán, Marruecos y Túnez son los menos productivos.

 

Explotaciones

Otra de las características contempladas en este estudio son las explotaciones. En los países analizados, el 74% de la superficie de olivar se cultiva en sistemas tradicionales, mientras que el 26% restante se hace en sistemas intensivos, siendo el sistema de cultivo más frecuente el olivar tradicional de alta pendiente en secano. Uruguay, Jordania, Grecia y Argentina han definido pocos sistemas de cultivo, si bien otros como Marruecos, Líbano, Italia, España o Albania cuentan con hasta seis sistemas diferentes.

El estudio también precisa que el sistema de riego predominante es el goteo; que el grado de mecanización de los cultivos es menor en los países del sur del Mediterráneo, excepto Israel; y que las variedades locales y autóctonas se imponen en los sistemas tradicionales, mientras las nuevas variedades se imponen en los sistemas intensivos.