Las aceitunas de mesa españolas figurarán probablemente en el “menú” de Felipe VI en la Casa Blanca si se confirma el encuentro entre el monarca y el presidente estadounidense Donald Trump, que actualmente se está negociando en el marco del viaje que la Casa Real tiene previsto realizar a Estados Unidos el próximo mes de junio.
Los Reyes acudirán en junio a los actos conmemorativos del 300º aniversario de la fundación de la ciudad de San Antonio (Texas) y, según el diario El País, de culminar con éxito las gestiones en curso entre Madrid y Washington, éste sería el primer encuentro entre el jefe del Estado español y el presidente Trump.
En esta cita es muy probable que se trate la polémica imposición de aranceles a las aceitunas negras españolas. Ahora este sector industrial soporta dos tasas, que en total rozan el 22%, en sus exportaciones a Estados Unidos, aranceles antisubvención y antidumping que afectan a todas las empresas españolas y que resultan de la suma del 4,47% impuesto por el Gobierno norteamericano en noviembre de 2017 y el 17,1% que se aplica desde el pasado mes de enero.
Es la primera vez que Washington cuestiona las ayudas agrícolas de la PAC, por lo que España ha pedido el apoyo de sus socios europeos.
Acción diplomática contundente
Recientemente, el consejero andaluz de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Rodrigo Sánchez Haro, ha exigido al Gobierno central que intensifique sus contactos diplomáticos a las más altas esferas para conseguir la suspensión de estos aranceles, una medida que finalmente no se va a aplicar al acero y al aluminio procedente de la Unión Europea, pese a las amenazas en este sentido de la Administración de Donald Trump.
Alemania ha logrado frenar los aranceles al acero y al aluminio (del 25% y del 10%, respectivamente) gracias a la presión que ha ejercido junto a Bruselas, desplegando fortaleza y contundencia diplomática ante EEUU y acometiendo las acciones que correspondían en política exterior.
Esta activa defensa nacional e internacional de los intereses del sector del acero y el aluminio, "con una acción diplomática contundente", es lo que Sánchez Haro solicita ahora para la aceituna negra andaluza.
"Tenemos que conseguir el mismo trato que el acero y el aluminio por parte del Gobierno norteamericano para un sector clave en Andalucía", que genera más de dos millones de jornales y 8.000 puestos de trabajo y reúne más de 16.000 explotaciones con alrededor de 95.000 hectáreas en total.
