El sector del aceite de oliva a nivel mundial está atravesando un período muy desafiante en términos de volumen de producción y costes en general. Aquí en Brasil también hemos lidiado con condiciones climáticas adversas que han ido modificando los pronósticos para cada cosecha. Estas cuestiones influyen directamente en el comportamiento de los consumidores, que se ven afectados por el aumento de los precios y también sufren las consecuencias de los cambios sensoriales en los productos debido a estas variaciones estacionales.
En este contexto, si utilizamos la creatividad, ¿cuáles serían realmente los avances que tendremos en el sector para el año 2050? Pues, vamos a tratar de encontrar un equilibrio entre un pensamiento positivo y uno realista. Para mi, algo interesante sería la creación de diferentes varietales que sean más apreciados por el consumidor en general y personalizados, además de ofrecerles la posibilidad de producir su propio aceite de oliva en casa.
En el caso de la primera opción relacionada con las variedades de aceituna, es decir, tener la posibilidad de personalizar las características sensoriales de un aceite -como los grados de frutado, amargo y picante, según el gusto de cada uno-, se podría concebir un sistema en el que imputáramos estos datos, así como las sensaciones organolépticas deseadas (ej. aroma de alcachofa, sabor de almendra verde, sabor de plátano maduro, etc.). Posteriormente, la máquina extractora haría ese ajuste al preparar el aceite, por lo que sería elaborado de manera exacta a las características que el cliente deseara.
En la segunda posibilidad que planteé, aunque ya vemos avances tecnológicos en este sentido, sería tener una mini almazara en casa, por lo que el consumidor podría comprar aceituna a granel en el supermercado para producir su propio aceite en casa. Así, elegiría los varietales, conforme a su gusto, y podría producir un blend o un monovarietal. La máquina de elaboración de aceite de oliva debe ser muy compacta y no ocupar mucho espacio en la cocina, al igual que una cafetera. ¿No sería fantástico poder hacer todo esto en casa? Habría que pensar en la conservación de las aceitunas, tras recolectarlas del árbol, y que se pudieran almacenar en el frigorífico.
Se trata de una tarea increíble poder reflexionar sobre cómo se comportará un sector en pleno desarrollo 26 años más tarde. Hasta que llegue ese momento, esperamos afrontar muchos retos y cambios positivos para poder disfrutar de esta reliquia milenaria que tantos beneficios para la salud nos aporta. ¡Un brindis por el pleno desarrollo de la olivicultura mundial!
