Los resultados mostraron que aquellos hombres que presentaban una alta adherencia a este patrón alimentario tenían un mayor número de espermatozoides, y éstos presentaban una mejor motilidad total y progresiva, así como más proporción de espermatozoides de morfología normal. Estos hallazgos se observaron en hombres sanos y también en pacientes que acudían a clínicas de fertilidad.
Pero los autores advierten de que, a pesar de que la calidad del semen observada era superior en participantes que mejor seguían la Dieta Mediterránea, no se encontraron pruebas sólidas de que esta dieta mejorara directamente los resultados de los tratamientos de reproducción asistida.
“Si bien la Dieta Mediterránea parece tener una repercusión positiva sobre la calidad del semen, todavía son necesarios más estudios para determinar su impacto real sobre la fertilidad masculina”, ha resaltado el equipo investigador.
Según ha detallado ka URV, la infertilidad afecta uno de cada seis adultos en todo el mundo y ha sido reconocida por la OMS como un problema de salud pública. Varios estudios hechos en hombres de países desarrollados han alertado sobre un descenso de la calidad del semen, posiblemente vinculado a hábitos de vida poco saludables. Estrés, tabaco, alcohol, drogas y una dieta inadecuada son los principales factores de riesgo de tener una calidad espermática deficiente.
Los resultados del estudio forman parte de la tesis doctoral de Rashmi Agarwal, bajo la dirección de Albert Salas-Huetos, profesor lector de la URV; Nancy Babio, profesora agregada de la Universidad y Jordi Salas Salvadó, catedrático y jefe del grupo de investigación Alimentación, Nutrición, Desarrollo y Salud Mental, de la URV, el Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili (IISVP) y el CIBERobn del Instituto de Salud Carlos III.