Las estrategias ganadoras que aumentan la rentabilidad de nuestro negocio pasan siempre por afrontar el campo de una forma muy profesional y apoyarse en personas o empresas que nos aporten experiencia, conocimientos técnicos y manejo de tecnologías para control y toma de decisiones.
En Olivogestão, el olivar en seto -siempre que sea posible- es una obligación para aumentar la rentabilidad, optimizar los recursos y reducir la dependencia de mano de obra, que será uno de los grandes desafíos del futuro. Nuestro trabajo es el diseño y ejecución de plantaciones, así como la gestión integral de explotaciones olivícolas.
El diseño del proyecto de instalación de un olivar y su ejecución pueden marcar la diferencia para el futuro desarrollo de nuestro cultivo y comprometer la rentabilidad de la explotación. Orientaciones, preparación del terreno, drenajes, variedades, densidades, sistema de riego y fertirrigación… son aspectos fundamentales para el éxito del desarrollo de nuestras plantas, así como de la eficiencia de la explotación olivícola en consumos eléctricos, en circulación de máquinas, en tratamientos, abonado, etc.
Aun así, el seto no resuelve todo, los costes aumentaron mucho en los últimos años y se antoja fundamental buscar la máxima eficiencia en nuestro olivar. Tenemos que realizar un control de costes muy exhaustivo, ajustando perfectamente las recomendaciones técnicas a las necesidades del cultivo. Cada año realizamos ensayos en técnicas de riego, fertilización, manejo de poda, etc., con el fin de mejorar producciones y/o reducir costes para aumentar nuestra renta por hectárea.
Otro factor muy importante radica en estar agrupado para reducir costes en los factores de producción. Todos los agricultores que trabajan con Olivogestão se benefician de los precios de nuestra central de compras, que agrupa 12.000 hectáreas aproximadamente, pudiendo reducir costes en más de un 20%.
La cosecha es otro aspecto muy importante. La disponibilidad de máquinas de recolección en el momento óptimo para conseguir la mejor calidad y maximizar el valor de nuestros aceites resulta fundamental para concluir el trabajo de todo un año.
La integración vertical es otro factor que nos permite aumentar la rentabilidad de nuestras explotaciones, creando una sinergia muy importante entre campo e industria. Esta integración solo es interesante cuando se posee un cierto volumen de aceituna para transformar, ya que los costes de maquila son muy altos para almazaras pequeñas.
Olibest, nuestra almazara en Portugal, fue creada para transformar la producción de nuestros clientes y la producción propia. Actualmente es una de las mayores almazaras del mundo, llegando a transformar en 2024 más de 100.000 toneladas de aceituna. Para Olivogestão ha supuesto todo un punto de inflexión la integración vertical y proporcionar el servicio de la almazara a nuestros clientes, ya que nos ha permitido crecer más rápidamente y crear un proyecto más robusto y resiliente para años de menores producciones o de bajada de mercado.
En resumen, el diseño y correcta plantación de nuestro olivar, la gestión profesional, disponer de escala o agrupamiento para reducir costes y, por último, la integración vertical -si fuese viable- constituyen las claves para crear un proyecto rentable y seguro.
