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Un regalo del cielo llamado Willow Creek

Un regalo del cielo llamado Willow Creek

Por Alfredo Briega Martín
lunes 13 de octubre de 2014, 12:09h

10/10/2014 - Percibido como producto de lujo y con una limitada penetración en buena parte de la población local, el AOVE reclama su lugar en el país del arco iris gracias al encomiable esfuerzo de un puñado de productores que reivindican la calidad del virgen extra sudafricano frente al importado desde Italia o España. Es el caso de Willow Creek Olive State, la mayor plantación olivarera del país, cuyos zumos ya han sido merecedores de importantes galardones a nivel internacional. Publicamos un extracto del reportaje realizado en Mercacei Magazine 80 en la sección Internacional.

Para Thomas Jefferson, el tercer presidente de Estados Unidos (1801-1809) y considerado uno de los padres fundadores de la nación, el olivo era seguramente el regalo más valioso del cielo. Lo mismo piensan en Willow Creek Olive State, una finca de olivos de 265 hectáreas situada en el espectacular Nuy Valley, a las afueras de Worcester, en Western Cape (Sudáfrica).

Dominado por la majestuosa presencia de la Rabie Mountain, esta singular explotación olivícola -la mayor de Sudáfrica y una de las más grandes de todo el Hemisferio Sur- pertenece a la familia Rabie desde finales del siglo XVIII, cuando Johannes Stephanus Rabie la destinó inicialmente a la producción de vino, uva de mesa y grano.

No fue hasta 1997 cuando su descendiente Andries Rabie, actual director general de Willow Creek, se percató de que los ricos suelos calizos de Nuy Valley y su clima típicamente mediterráneo resultaban perfectos para el cultivo del olivo, aprovechando el acceso al agua de riego.

Así, en 1999 se plantaron los primeros árboles, que actualmente alcanzan los 200.000 ejemplares, de cuyo preciado fruto se obtuvieron durante la última campaña 475.000 l. de aceite de oliva virgen extra.

 

Diversidad de variedades

Sudáfrica es conocida como la nación del arco iris debido a su diversidad de culturas, idiomas y creencias religiosas. Esa misma diversidad se refleja en los olivares de Willow Creek, donde se cultivan las variedades coratina, frantoio, leccino, barnea, koroneiki, favolosa, misión -característica del Valle de Sacramento, en California-, kalamata, noccelara di Belice y manzanilla, la mitad  de ellas de origen italiano. De la mezcla de todas ellas se obtiene un zumo de alta calidad cuyo volumen supone el 33% del total de la producción sudafricana, con una cuota de mercado en el país del 20%.

Con objeto de ofrecer el producto adecuado para cada uso y satisfacer a todos los paladares, Willow Creek dispone de tres tipos de AOVE -Suave, Nuy Valley; Medio, Estate Blend; e Intenso, Directors’ Reserve-, todos ellos resultado de la mezcla de las diversas variedades de aceituna que se cultivan en la finca.

En cuanto a la aceituna de mesa, Willow Creek produce y comercializa tanto las tradicionales aceitunas negra y verde como otras opciones menos convencionales pero igualmente populares, tales como las aceitunas verdes deshuesadas con limón, con tomillo y ajo, aceitunas verdes machacadas con vinagreta de chile y ajo, aceitunas negras deshuesadas en adobo picante, aceitunas negras deshuesadas y ahumadas, y kalamata a las hierbas mediterráneas.