Aunque en el sector del aceite de oliva se le conoce perfectamente, para aquellos despistados o no iniciados en la materia, ¿quién es Juan Gadeo? Háblenos brevemente sobre su trayectoria profesional dentro del sector oleícola y olivarero.
Mi vinculación con el mundo del olivar viene de una larga tradición familiar, pero desde que en 2002 asumí la presidencia de la cooperativa de segundo grado Oleocampo estoy trabajando por conseguir una mayor integración de las empresas productoras de aceite de oliva. En 2009 constituimos, junto con otras cooperativas de primer grado y almazaras privadas, Interóleo Picual Jaén, S.A., que actualmente es la segunda de España en comercialización de aceite de oliva.
Bajo la presidencia de Gaforio, la Fundación ha logrado posicionarse como motor de la innovación y el desarrollo tecnológico no sólo en el sector oleícola, sino en el agroalimentario en general. ¿Cuáles son los principales retos y objetivos que se plantea en esta nueva etapa?
Entre los principales objetivos figura el de aumentar y consolidar la cartera de clientes y servicios diferenciados dentro del ámbito agroalimentario y, especialmente, en el sector oleícola, para poder crecer pese a un entorno adverso. En este sentido, una mayor internacionalización y vinculación con actuaciones y alianzas fuera de nuestras fronteras será primordial para conseguir este objetivo, puesto que en el contexto actual la innovación requiere de una apertura cada vez mayor hacia el exterior.
Desde su nacimiento, el Centro Tecnológico del Olivar y del Aceite siempre se ha definido como una Fundación con vocación de servicio a las empresas, sobre todo a las pymes. ¿Se va a reforzar ese carácter empresarial en esta nueva etapa que acaba de comenzar bajo su presidencia?
En los últimos años hemos dirigido nuestros esfuerzos para estar al lado de las empresas en el largo recorrido que implica la apuesta por la I+D+i. En este sentido, ha sido importante el trabajo desarrollado conjuntamente para la ejecución de proyectos estratégicos para el sector, para la prestación de servicios diferenciados y para el lanzamiento de nuevos productos de alto valor cuyos resultados las han convertido en un apoyo real para el sector agroalimentario y del olivar.
Vamos a cocntinuar en el empeño por reforzar los lazos entre las empresas, las entidades, las iniciativas y las capacidades para hacer realidad nuevos proyectos que nos animen a seguir avanzando. Estamos preparados para asumir nuevos retos, conscientes de nuestro papel como dinamizador del sector, y confiados en el valor de nuestras empresas, porque creemos que la unión y la confianza son el verdadero camino para recoger nuevos frutos.
En la última reunión del patronato de la Fundación Citoliva se aprobó el Plan de Actuación para 2015, que pretende consolidar la presencia del sector del aceite de oliva en el nuevo Programa Marco de I+D+i, Horizonte 2020, y fortalecer la cartera de servicios orientados a potenciar el perfil nutricional y saludable de los alimentos en base al aceite de oliva virgen (Cooking Lab -la cocina experimental con aceite de oliva-), así como el servicio de Almazara Integral para la producción de aceites de oliva de calidad diferenciada. ¿Cuáles son las acciones previstas para llevar a buen término estos objetivos?
Continuaremos principalmente con nuestra labor de transferencia, entendiéndola como la vía más efectiva para crear valor a partir de los esfuerzos realizados en las actividades de investigación y como la llave para llegar a un gran número de empresas y entidades de otro tipo con las que establecer alianzas estratégicas para alcanzar nuestros objetivos. A su vez, estas relaciones se retroalimentan del amplio bagaje acumulado en estos últimos años, aportando nuestra gran experiencia y conocimiento, y nos convierte en un aliado estratégico de alto valor en cualquier actuación en la que estemos inmersos, ya sea un proyecto internacional o una prestación de servicios.
Otra de las acciones estratégicas para 2015 es la acreditación por la ENAC del Panel de Cata de Citoliva…
Esta acreditación supondrá una garantía para un sector estratégico como es el del olivar, ya que avalará que el aceite de oliva llegue a los consumidores cumpliendo las normas establecidas. Asimismo, pondrá a disposición tanto de productores como de consumidores, profesionales, canal Horeca, etc., una herramienta dinámica y efectiva que avalará la calidad de los resultados obtenidos.
Desde su privilegiada posición como presidente del Consejo de Administración de la primera central de ventas de aceite de oliva de Jaén, ¿cuál es su opinión sobre la actual coyuntura que vive el sector, marcada por los fuertes desequilibrios entre producciones y precios en origen?
No podemos evitar las oscilaciones en la producción. Pero en lo que sí podemos avanzar es en reducir la volatilidad de los precios. Con unos precios suficientemente estables durante cuatro años, por ejemplo, todos los agentes de la cadena de valor, desde el agricultor hasta el distribuidor, podrían invertir con mayor tranquilidad, desarrollar proyectos comerciales y de investigación, consolidar mercados exteriores, etc.
La incertidumbre en los precios en el corto y largo plazo no es aceptada en el exterior y el riesgo puede ser muy elevado para las empresas. A todos, incluidos los consumidores, nos vendría muy bien una mayor tranquilidad en los precios.
Por último, ¿en qué le gustaría que se convirtiese la Fundación Citoliva durante su presidencia?
Citoliva está cumpliendo todos los objetivos por los que se constituyó en 2002. Durante la presidencia de José Juan Gaforio se ha realizado un magnífico trabajo difícil de mejorar. Ahora nos corresponde trabajar para continuar en esa línea y aumentar las relaciones con las empresas del sector. Queremos que nos perciban como su departamento de I+D+i, que nos hagan participes de sus inquietudes y que colaboren en proyectos que les resulten rentables.
Por otro lado, seguiremos volcados en participar en proyectos de ámbito nacional e internacional, junto con las universidades, administraciones y otras instituciones, siempre que supongan una oportunidad en la trasferencia de conocimiento para el sector del olivar y del aceite de oliva.
Otra línea de trabajo en la que llevamos mucho camino recorrido, y en la que tendremos que avanzar, es la de encontrar nuevas formas de colaboración con otros centros tecnológicos complementarios al nuestro. Nuevas alianzas o proyectos conjuntos relacionados con la agroindustria provocaría sinergias muy positivas para nuestro sector.
