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La UCO estudia el potencial del biocarbón producido a partir de restos de la poda del olivo

La UCO estudia el potencial del biocarbón producido a partir de restos de la poda del olivo

lunes 18 de mayo de 2015, 15:34h

14/05/2015 - El biocarbón -o biochar- es un carbón vegetal que se produce a partir de distintos residuos vegetales, entre ellos los residuos de la poda del olivo. Dos recientes trabajos publicados por investigadores de la Universidad de Córdoba (UCO) han estudiado la capacidad de este "abono verde" para aumentar la fertilidad del suelo y mejorar la producción de cultivos agrícolas.

En el primero de los estudios, publicado en la revista Biology and Fertility of Soils, los científicos analizaron el efecto de la adición de biocarbón producido a partir de restos de poda de olivo sobre el cultivo de trigo. Para ello dividieron una parcela experimental en bloques: a la mitad de ellos se les añadió biocarbón en una cantidad de 4 kg/m2, mientras que la otra mitad no recibió tratamiento.

Los resultados revelaron que la adición del biocarbón aumentó la capacidad de retención de agua del suelo y redujo su grado de compactación. “La mejora de las propiedades físicas del suelo puede tener un papel decisivo en climas secos como el mediterráneo, en el que la baja disponibilidad de agua es un factor limitante para la agricultura”, explican los autores.

Además, los suelos que recibieron tratamiento de biocarbón también aumentaron su contenido en nutrientes. “Vimos que el biocarbón actúa como si fuera una esponja que retiene los nutrientes. Y, aunque no lo observamos directamente, parece que las plantas desarrollan una mayor proporción de raíces finas que envuelven al biochar”, explica Rafael Villar, profesor de Ecología en la Universidad de Córdoba y uno de los autores del estudio. “Las raíces finas hacen que la planta asimile mejor los nutrientes y el agua, y esto desemboca en un mayor crecimiento de la planta”, añade. Todos estos cambios han podido ser responsables del aumento en un 27% de la producción de trigo en las parcelas tratadas con biocarbón, según los científicos.

El segundo de los estudios, publicado en la revista Journal of Plant Nutrition and Soil Science, se centró en averiguar si los efectos del biocarbón varían en función de su origen. Así, evaluaron el efecto del biochar producido a partir de huesos de aceituna, poda de olivos, cáscaras de almendra, paja de trigo y astillas de madera de pino sobre plantas de girasol cultivadas en un invernadero experimental en el que se controlaron las condiciones ambientales.

Los resultados revelaron que el efecto del biocarbón es diferente según su origen. “Algunos son muy porosos, como el que proviene de la paja de trigo, mientras que otros como el de hueso de aceituna son más densos, y esto tiene consecuencias sobre la densidad del suelo”, explica uno de los investigadores. Por lo tanto, si bien el biocarbón tiene mucho potencial para mejorar la productividad de los suelos agrícolas, “su uso debe basarse en las propiedades específicas de cada biochar, prestando especial atención a su efecto sobre la disponibilidad de nutrientes en el suelo”, añaden los autores del trabajo.

 

Más beneficios

En cuanto a los beneficios medioambientales del empleo del biocarbón, Villar señala cómo “ahora mismo la poda del olivo se tritura y se devuelve al campo. Como consecuencia, ésta se descompone y el CO2 se libera a la atmósfera. Además, si hay enfermedades, al molerlo se pueden expandir por el suelo. Con el biocarbón se elimina la emisión de CO2 y la difusión de plagas, además de mejorar la producción agrícola”.

Ahora, el reto actual es conseguir que la producción de biocarbón sea económicamente viable. “En este momento se trabaja en el desarrollo de maquinaria que permita hacer el biocarbón in situ, igual que sucede con las trituradoras”. De esa forma, según el investigador, sería posible depositarlo directamente en el suelo, un asunto clave ya que, “lo que no compensa, y por eso no se hace ahora mismo, es transportar los restos de poda a una incineradora y devolver después el biocarbón al campo”, concluye el investigador.