Recientemente, podíamos leer la siguiente frase en el titular de un artículo: La 'curación silenciosa' del aceite de oliva. Y se producía uno de esos momentos que alegran el día. Si el artículo pintaba bien a primera vista, después se convertía directamente en una flecha de cupido directa al corazón: El aceite de oliva es un guardián silencioso del organismo, comenzaba a contarnos... ¡Bang!