Según el análisis de esta organización alemana, cinco de los aceites analizados estaban contaminados con hidrocarburos, y también se han encontrado plastificantes, suavizantes, pesticidas y disolventes.
En cuanto al origen, en cinco de ellos la declaración de origen no se correspondía con los resultados de análisis del laboratorio (cuatro reflejaban como origen Italia y uno España).
Asimismo, en ninguno de los 26 aceites evaluados el contenido del etiquetado se correspondía con las normas comunitarias por estar incompleto o incorrecto; mientras que en materia de análisis sensorial se encontraron defectos (atrojado, moho, rancio...) en siete de los AOVEs analizados. No obstante, seis de los aceites que obtuvieron un "suspenso" en la nota total alcanzaron un "notable" en el análisis sensorial.
Solo uno de los aceites analizados obtuvo "notable", según este análisis. Se trata del AOVE español O-MED Picual cuyo precio es de 40 euros/litro (de los aceites analizados el precio oscilaba entre 40 euros/litro y 5,35 euros/litro).
Respecto al procedimiento, para la nota total la organización alemana valoró el análisis sensorial (65%), el análisis químico (10%), los contaminantes (10%), la declaración del etiquetado (10%) y el packaging (5%). En concreto, a todos los aceites que tenían defectos, Stiftung Warentest -que normalmente compra exclusivamente aceites que un consumidor puede adquirir en cualquier supermercado, Bio-supermercado y tienda "discount", según la información a la que ha tenido acceso Mercacei- les ha dado un suspenso general, al igual que si tenían contaminantes o el contenido del etiquetado era insuficiente.
