Tras un largo periodo de cierre por la crisis del COVID-19, los bares y restaurantes españoles comienzan a abrir sus puertas con grandes limitaciones y restricciones para cumplir con los requisitos establecidos por el Gobierno en el plan de desescalada.
Aprovechando la sesión semanal del Congreso de los Diputados, Facyre y Acyre, a las que se ha unido Makro, convocaron a los chefs españoles en un acto en el que, a través de un manifiesto, reclamaron, entre otras cosas, que se facilite la apertura de los locales, la ágil reincorporación de los equipos para volver a trabajar cuanto antes y que se tenga más en cuenta al sector a la hora de regular o tomar decisiones de gran calado para la puesta en marcha de sus negocios.
En señal de protesta, los cocineros -entre los que se encontraban Ramón Freixa, Paco Roncero, Mario Sandoval, Diego Guerrero, Oscar Velasco, Iván Muñoz, Pedro Larumbe o Pepa Muñoz- se quitaron la chaquetilla de trabajo y la colocaron en el suelo ante la puerta del Congreso. Un humilde símbolo, a su juicio, con el deseo de que “algún representante de esta tan digna institución quiera recogerla y ayudar a este sector que hoy llora por los que verán muchos de sus sueños rotos”.
En su manifiesto destacan que el sector de la hostelería aporta un 6,2% al PIB nacional y es responsable de dar empleo a más de 1.700.000 personas “y ahora estamos donde nos necesitan, cocinando y ayudando a quienes en estos difíciles momentos pasan necesidades, y estamos por supuesto, de manera altruista”.
“Somos un sector luchador, duro y solidario, pero ahora estamos en momento de extrema debilidad”, añaden, por lo que reclaman medidas razonables económicas que realmente les permitan salir adelante con sus negocios. “En otras crisis fuimos la solución, y en esta sin duda, también ayudaremos porque estamos deseando que nos dejen ayudar. Confíen en que todas las garantías de protección a nuestra salud no faltarán en nuestros locales”, resaltan.
Asimismo, solicitan que se les escuche y se les involucre en las conversaciones que están teniendo lugar en el Gobierno para el diseño de la nueva normalidad del sector. “Somos los que conocemos la realidad del día a día y podemos asesorar y ayudar a definir la nueva normativa”, indican.
"Estamos aquí dando la cara y pidiendo el máximo respeto y la valoración que corresponde para este sector, sus negocios y las muchas familias que en él trabajan", resaltan.
