En este sentido, la asociación ha recordado que desde octubre de 2019 el aceite de oliva español soporta ya un arancel del 25% como consecuencia de la guerra comercial que enfrenta a Estados Unidos y la UE en el marco del conflicto relativo a las ayudas comunitarias al consorcio aeronáutico europeo Airbus, "un sobreprecio que en la práctica ha supuesto la desaparición del aceite de oliva español de los lineales", del país norteamericano.
Asoliva ha considerado de extremo interés para los intereses de los agricultores españoles y la industria que los ministerios de Agricultura e Industria y Comercio españoles "pongan toda la carne en el asador y envíen delegaciones a negociar directamente con la Administración americana la derogación o la reducción de un arancel que dejó a España en clara desventaja respecto a otros países productores comunitarios y que se ha traducido de facto en una caída en las exportaciones a Estados Unidos del 90% del aceite producido en España".
"Hasta el próximo 26 de julio la Administración norteamericana ha abierto un periodo de reflexión para revisar por segunda vez los aranceles impuestos al aceite producido y envasado en España, una situación en la que se cruza además la aspiración de los gobiernos europeos de implantar la denominada tasa Google", ha explicado.
A su juicio, una nueva revisión al alza de los aranceles norteamericanos al aceite español o la incorporación a estos gravámenes de otras modalidades como el aceite a granel "abrirían un escenario de terribles consecuencias para el sector del aceite de oliva de nuestro país, castigando seriamente por igual a agricultores y a la industria exportadora". Al respecto, ha precisado que Estados Unidos es un mercado esencial para los intereses españoles, ya que representa el 50% de todo el aceite que se consume en el mundo más allá de las fronteras de la UE.
