La organización ha analizado la evolución del mercado, constatando, entre otras cosas, que los efectos de la pandemia están causando una disminución del 11,2% de media en las exportaciones de este producto a los principales mercados.
Con respecto a la relación comercial con EEUU, ha mostrado su satisfacción por la retirada temporal de los aranceles y confía en que este primer paso se culmine con un acuerdo definitivo entre los dos bloques. Sin embargo, el sector ha recordado que sigue padeciendo los efectos de los aranceles a la aceituna negra desde 2018, lo que, a su juicio, está provocando la exclusión definitiva de España de este mercado.
El presidente sectorial, Gabriel Cabello, ha señalado que "necesitamos un mayor respaldo de las administraciones en este procedimiento, es inadmisible que EEUU nos haya impuesto un arancel por considerar ilegales la percepción de ayudas provenientes de la PAC, y seamos el propio sector quien soporte económicamente la millonaria defensa legal de este caso".
Sobre el acuerdo entre la UE y Mercosur, el sector considera que las condiciones establecidas son muy desfavorables para sus intereses y ha demandado una mayor sensibilidad del Gobierno de España y de la Comisión Europea a la hora de firmar acuerdos que perjudiquen a sectores como el de la aceituna de mesa "de gran importancia socioeconómica en nuestro país".
En cuanto al etiquetado Nutri-Score, la sectorial ha defendido la necesidad de brindar al consumidor la mejor y mayor información en relación a las características nutricionales de los alimentos. Sin embargo, ha considerado "imprescindible" que la Administración nacional reflexione sobre la idoneidad de implantar el sistema de etiquetado frontal Nutri-Score, que "deteriora considerablemente la imagen de productos emblema de nuestra Dieta Mediterránea, como la aceituna".
Para Cooperativas Agro-alimentarias de España, "cualquier herramienta de este tipo debe basarse en directrices dietéticas científicamente fundamentadas, así como abordar la porción recomendada para cada categoría de producto". Por ello, ha abogado por diseñar un sistema común para el conjunto del sector agroalimentario europeo y esperar al que la Comisión tiene previsto proponer para finales de 2022 en el marco de la estrategia "De la granja a la mesa", un etiquetado frontal nutricional obligatorio y armonizado, tras realizar una evaluación de impacto previa en colaboración con la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés).
