Este organismo ha informado de que, a través de esta consulta pública, nutricionistas y otros expertos pueden ayudar a la EFSA a finalizar el asesoramiento científico que ayudará a los responsables comunitarios a desarrollar un futuro sistema en toda la UE para el etiquetado nutricional en la parte delantera del envase. También servirá como fundamento para el establecimiento de las condiciones de uso de las alegaciones nutricionales y de propiedades saludables de los alimentos.
En el marco de la estrategia “De la granja a la mesa”, la Comisión Europea solicitó a a principios de este año a la EFSA que proporcionara asesoramiento científico sobre los nutrientes de importancia para la salud pública de las poblaciones europeas, incluidos los componentes de los alimentos que no sean nutrientes (por ejemplo, la energía o la fibra dietética); los grupos de alimentos que desempeñan una función importante en las dietas de las poblaciones y subgrupos europeos; y los criterios para orientar la elección de nutrientes y otros componentes de los alimentos que no sean nutrientes para la creación de perfiles nutricionales.
El Ejecutivo comunitario tiene la intención de proponer una nueva legislación a finales de 2022.
Desde la EFSA han explicado que el objetivo de esta consulta pública es recopilar las aportaciones científicas de otros expertos, socios institucionales y partes interesadas sobre su borrador de opinión.
Entre otras cuestiones, el proyecto de opinión asegura que teniendo en cuenta la alta prevalencia del sobrepeso y la obesidad en Europa, la disminución de la ingesta energética es de importancia para la salud pública de las poblaciones europeas. Además, la ingesta de grasas saturadas, sodio y azúcares añadidos/libres supera las recomendaciones dietéticas en la mayoría de las poblaciones europeas y la ingesta excesiva se asocia con efectos adversos para la salud. A su vez, indica que la ingesta de fibra dietética y potasio es inadecuada en la mayoría de las poblaciones adultas europeas y la ingesta inadecuada se asocia con efectos adversos para la salud.
La opinión de la EFSA también incluye consideraciones científicas sobre los grupos de alimentos que tienen un papel importante en las dietas europeas. Entre ellos, alimentos con almidón (principalmente cereales y patatas), frutas y verduras, legumbres, leche y productos lácteos, carne y productos cárnicos, pescado y mariscos, nueces y semillas, y bebidas no alcohólicas.
Según este organismo, “las directrices nacionales fomentan el consumo de cereales integrales, frutas y verduras, frutos secos y semillas, leche y productos lácteos reducidos en grasa, pescado y agua. Pero los productos alimenticios con alto contenido de grasas saturadas, azúcares y/o sodio debido al procesamiento se desaconsejan, incluso dentro de estas categorías de alimentos. También promueven el consumo regular de legumbres y de aceites vegetales ricos en grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas”.
