En concreto, estos cambios tienen como objetivo ampliar el rango de acción para el contraste de vectores de Xylella fastidiosa e incluir en el paquete de ayudas las operaciones de destrucción de los olivos.
Las acciones contempladas en este plan también incluyen el uso experimental de perros antixylella, junto con los inspectores de la oficina fitosanitaria de la región de Puglia, en colaboración con el Consorzio Olivicolo Italiano (Unaprol), Enci y Cnr, y el uso de satélites y drones para la detección temprana a distancia de la bacteria.
En la CSR también se ha dado luz verde al proyecto de ley relativo a los criterios y modalidades para la asignación de las contribuciones a favor de los productores de vinos ecológicos con DOP e IGP que desarrollen actividades de agroturismo y enoturismo.
Durante la Conferencia se discutió el criterio para la asignación regional de los fondos disponibles para infraestructuras de riego, complementario al ya asignado con la provisión de la Misión 2 Componente 4 (M2C4) del Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia (PNRR), denominado "Inversiones en la resiliencia del agrosistema de riego para una mejor gestión de los recursos hídricos".
Unaprol ha mostrado su satisfacción por este acuerdo alcanzado, asegurando que ya era hora de luchar contra la Xylella "con acciones eficaces que nos permitan proteger y salvaguardar un patrimonio nacional no sólo económico, sino también cultural, histórico y paisajístico".
Así lo ha manifestado David Granieri, presidente de Unaprol, quien ha considerado "particularmente relevante la participación de organismos públicos que tendrán la obligación absoluta de supervisar y realizar actividades de contención en los terrenos de su competencia para evitar la propagación del insecto vector".
“Estamos dispuestos a hacer nuestra parte con determinación, al igual que los agricultores, porque defender el olivo es proteger la economía, la historia y el paisaje. Pedimos a la Región ser rigurosos en los controles y sanciones a quienes no libran esta batalla contra la Xylella, ya que no lo pueden hacer solo los agricultores sino también los organismos públicos y privados que gestionan superficies agrícolas, caminos y espacios de titularidad estatal, que en muchas ocasiones se abandonan y son receptivos a la infección”, ha explicado Granieri.
