En una reunión celebrada recientemente en Italia para abordar los avances del plan de regeneración de los olivos afectados por la Xylella fastidiosa y las medidas de apoyo a los agricultores, la Región de Puglia ha anunciado que se van a añadir dos nuevas variedades de olivo para utilizarse en las zonas infectadas. Se trata de lecciana (resistente a la bacteria) y leccio del corno (tolerante), según han destacado organizaciones agrarias presentes en este encuentro.
Lecciana es una variedad de aceituna que nació del cruce entre leccino y arbosana, proveniente de la Universidad de Bari (Italia) y Agromillora, y destinada al olivar en seto. Por su parte, leccio del corno es una variedad adecuada para el cultivo del olivo en alta densidad extendida en el centro-norte de Italia.
Durante la reunión se han conocido las cifras para la replantación de olivos en la zona infectada (art. 6). Así, de los 222 millones de euros solicitados, se han asignado 80 millones, de los cuales 50 millones ya se han comprometido y 9 millones se han gastado.
“Los avances son buenos, pero el tiempo corre y todavía no hay evidencia científica definitiva sobre posibles curas o soluciones científicas”, ha resaltado el presidente de Confagricoltura Puglia, Luca Lazzàro, quien ha considerado esencial seguir manteniendo “una alta la vigilancia en el seguimiento y la lucha contra el vector".
“Puglia lo está haciendo, con una ralentización del avance de la Xylella respecto al pasado. Sin embargo, la lucha contra el vector no puede ser responsabilidad exclusiva de los agricultores: es necesario el apoyo de todos, con intervenciones económicas adecuadas", ha considerado.
Lazzàro ha explicado que “el coste de los tratamientos fitosanitarios obligatorios pesa mucho sobre el presupuesto de las empresas agrícolas y reduce el margen sobre el precio de venta del aceite de oliva. Por esta razón, es esencial apoyar a los productores en las zonas de contención con intervenciones económicas específicas". “Producir aceitunas en una de las zonas de contención de Xylella fastidiosa cuesta hasta un 50% más que en las situadas lejos de las zonas infectadas”, ha precisado Confagricoltura Puglia.
Por su parte, el presidente de Unaprol, David Granieri, ha resaltado que “estamos firmemente convencidos de que las estrategias para contener y combatir la propagación de la Xylella fastidiosa y relanzar la olivicultura de Puglia deben poder basarse necesariamente en germoplasma de olivo resistente. Y en este sentido la posibilidad actual de plantación limitada únicamente a los dos cultivares autorizados, leccino y FS-17, es bastante arriesgada de cara a una campaña de regeneración del olivo a gran escala".
Para Giannicola D'Amico, vicepresidente regional adjunto de Cia-Agricoltori Italiani Puglia, el hecho de que se autoricen estas dos variedades para la replantación “supone una innovación operativa muy importante", si bien ha precisado que, sin embargo, “el compromiso de Donato Pentassuglia, consejero de Agricultura de la Región de Puglia, y Salvatore Infantino, director del Observatorio Fitosanitario de la Región de Puglia, así como el de toda la región y de los agricultores, debe apoyarse con más fuerza en las políticas nacionales y a nivel internacional”. En este sentido, ha explicado que Pentassuglia ha reclamado al Gobierno nuevos recursos para la replantación de variedades resistentes con el objetivo de restablecer el potencial de producción olivarera en las provincias de Lecce y Brindisi, "actualmente eliminado por la Xylella".
Durante esta reunión, según Emanuela Longo, directora provincial de Cia Salento, también “se aprobó la propuesta de Cia Puglia para agilizar los trámites burocráticos de replantación, dando prioridad inmediata a aquellos olivareros que ya están listos para proceder”.
Finalmente, Gennaro Sicolo, presidente regional de Cia Puglia y vicepresidente nacional de Cia Agricoltori Italiani, ha resaltado que “Puglia realmente está haciendo todo lo que puede, pero hay que recordar al Gobierno nacional, a la Unión Europea y a los centros de investigación de todo el mundo que nuestra la región no puede quedarse sola y que la Xylella no es sólo un problema de Puglia sino un problema global que afecta a toda la agricultura. Se debe sistematizar y apoyar un grupo de trabajo nacional e internacional de investigadores científicos, una verdadera red global que interactúe y colabore para encontrar soluciones científicas que puedan ser probadas y aplicadas con el fin de bloquear de una vez por todas la propagación de la bacteria e iniciar finalmente un proceso de regeneración que ya no puede posponerse”.
