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La agricultura será una de las aplicaciones prácticas del primer satélite andaluz

La agricultura será una de las aplicaciones prácticas del primer satélite andaluz

martes 15 de noviembre de 2022, 12:30h

Grupos de investigación de toda Andalucía, entidades públicas y privadas y la Consejería andaluza de Universidad, Investigación e Innovación participan en el consorcio empresarial que impulsa el diseño, fabricación y lanzamiento del satélite de iniciativa privada y netamente andaluz para uso científico, que tiene prevista su puesta en órbita en 2025. Sus aplicaciones prácticas pueden ser múltiples, con incidencia en ámbitos de actividad tales como la agricultura, la pesca y los recursos marinos y ganaderos; el medio ambiente; la meteorología y el cambio climático; las energías renovables; la geología; la arqueología; la astronomía; la demografía; y el urbanismo.

Esta misión espacial denominada Alpha tiene un carácter eminentemente solidario ya que persigue generar conocimiento en la región andaluza a través de la cooperación entre empresas, universidades y centros de I+D y compartirlo libremente para la mejora de la sociedad. El proyecto está promovido por Alter Technologies, CactusSoft, Indaero Grupo Emergy e Integrasys y cuenta, entre otros, con la colaboración de DHV Technologies, la Cámara de Comercio de Sevilla y las universidades de Sevilla y de Cádiz.

Prevención de incendios, inundaciones y catástrofes, optimización del uso del agua en los cultivos, gestión del tráfico de vehículos o medición de la actividad económica en tiempo real a través, por ejemplo, de la intensidad lumínica detectada en las poblaciones. Sus aplicaciones prácticas pueden ser múltiples, con incidencia en ámbitos de actividad como la agricultura, la pesca y los recursos marinos y ganaderos; el medio ambiente; la meteorología y el cambio climático; las energías renovables; la geología; la arqueología; la astronomía o la demografía y el urbanismo.

La cooperación iniciada por la Junta ha permitido la conexión del consorcio con más de 360 grupos de investigación, procedentes de las universidades públicas andaluzas y de otros organismos públicos y privados radicados en la Comunidad para explorar posibles vías de trabajo conjunto tanto en el diseño del proyecto y la definición de la carga tecnológica que llevará incorporada este instrumento espacial, como en el uso final de la información recopilada por el sistema.

Para ello, se ha lanzado una convocatoria pública de participación dirigida a estos agentes del conocimiento, con el fin de que manifiesten su interés en participar en alguna de las líneas de trabajo propuestas. Tendrán de plazo hasta el próximo 30 de enero de 2023 para presentar sus solicitudes, según ha precisado el Gobierno andaluz.

Se ha estimado que en torno a 60 de esos grupos de I+D podrían aportar la tecnología que se alojará en el satélite, la denominada carga útil. La infraestructura se ha diseñado para albergar dos cargas útiles, por lo que se seleccionarán dos proyectos procedentes de estos agentes, que tendrían que asumir la financiación completa o parcial del equipamiento elegido, puesto que el consorcio sufragará los gastos de la misión. En esa dotación tecnológica se contemplan diversos instrumentos como cámaras, sensores, detectores o espectrómetros, dedicados a medir la calidad y el nivel de contaminación del aire.

Los 300 grupos de investigación restantes podrán proponer qué finalidad se dará a los datos. En este caso, se priorizará en la elección el impacto social que tendrá para Andalucía, teniendo en cuenta que esta misión espacial no tiene ánimo de lucro. No se comercializará con los datos obtenidos, sino que éstos serán cedidos a entidades públicas o privadas para la mejora de la educación, la salud, la economía o el bienestar común de la región.

La participación de la Consejería de Universidad también se ha concretado en asesoramiento en materia de transferencia de conocimiento y de programas internacionales de I+D.

Presupuesto estimado para la misión

El satélite Alpha, de tipo CubeSat, operará en la órbita LEO y tendrá una vida útil estimada de al menos un año. Requiere de una inversión de unos 200.000 euros, si bien su desarrollo está condicionado a un análisis de su viabilidad técnica y económica. El objetivo es que participen más empresas privadas en su financiación para diseñar y construir este instrumento. Las fases del proyecto se concretan en elección de los proyectos, cierre del presupuesto e inicio de fabricación en 2023, campaña de ensayos y resolución de problemas en 2024 y lanzamiento en 2025, según las previsiones que manejan los socios del consorcio.

La iniciativa pretende que las empresas andaluzas se sumen a la carrera espacial, en un contexto en el que la denominada industria new space está en expansión y permite que no solo las grandes compañías o, incluso, los gobiernos lancen al espacio esta infraestructura, sino que lo hagan empresas de menor envergadura. Eso es posible gracias al abaratamiento de la tecnología que facilita que las empresas privadas acometan su fabricación.

El consorcio empresarial tiene previsto realizar próximamente una webinario con investigadores para dar a conocer más detalles del proyecto y cuenta con el siguiente enlace https://www.linkedin.com/company/misi%C3%B3n-alpha/ para canalizarla difusión y participación en la misión.