Y es que un equipo de investigación de la Estación Experimental del Zaidín del CSIC de Granada ha validado la acción beneficiosa de diferentes compuestos del aceite de oliva virgen extra en enfermedades con respuesta inflamatoria al administrarlo directamente en sangre y no en la dieta. Es decir, como nos gusta decir a los amantes de este superalimento, lo que viene siendo “AOVE en vena”. El estudio NUTRAOLEUM marca un hito muy importante para nuestro sector, ya que existen numerosos estudios sobre los beneficios que el consumo de aceite de oliva virgen extra aporta al organismo. Sin embargo, en este caso los investigadores han descrito por primera vez la acción que se produce directamente en el cultivo de sangre de los compuestos que le otorgan el poder antiinflamatorio y antioxidante a este alimento. Así, con este procedimiento se abren nuevas vías para el estudio de la acción del virgen extra sobre diversas enfermedades como la diabetes o el síndrome metabólico. Si bien los terpenos y polifenoles -compuestos del AOVE que causan una acción antiinflamatoria- ingeridos consiguen disminuir y modificar el estado inflamatorio y oxidativo de los pacientes de estas dolencias, se ha demostrado que administrando las sustancias directamente en sangre se obtienen resultados experimentales más claros y con una mayor sensibilidad. Por ahora, los aceites utilizados en el ensayo poseen una misma base, consistente en un aceite de oliva virgen extra de la variedad picual, pero en tres variantes: el primero de ellos es el aceite tradicional; el segundo es uno obtenido mediante la mezcla de varios de los mejores aceites con mayor contenido fenólico y triterpénico; y el último fue generado como aceite funcional añadiendo extractos ricos en estos compuestos, procedentes de la piel de la aceituna y hojas del olivo. En los tres casos la respuesta celular fue positiva, pero la segunda y la tercera opción fueron las que demostraron progresivamente una mayor acción antiinflamatoria. Quién sabe, quizás en menos tiempo de lo esperado tenemos una vacuna revolucionaria a base de AOVE. ¡Esa seguro que no tenemos que ponérnosla a regañadientes! Lo que sí está claro es que las vías de investigación en torno al aceite de oliva virgen extra son ilimitadas. Tanto como sus más que demostradas propiedades saludables. Desde Hipócrates hasta nuestros días, 2.500 años descubriendo un alimento que parece no dejar de sorprendernos. ¡Y que no lo haga nunca!