En el caso de los envases fabricados para contacto alimentario, además de la seguridad del uso de materiales aptos para ello, la empresa ha detallado que es totalmente necesario la existencia de un procedimiento de seguridad alimentaria, que puede o no estar certificado.
Estos procedimientos garantizan que, durante el proceso de producción, los materiales usados mantienen su idoneidad. Aunque la bombona sea nueva, la entrada en escena de partes de los IBC's reacondicionadas, la estructura (jaula + palet), introduce la posibilidad de contaminación cruzada del producto envasado o de la instalación dónde se va producir dicho envasado.
Según ha recordado SCHÜTZ, la legislación comunitaria y nacional fija los criterios mínimos obligatorios para el suministro, fabricación o ensamblaje de envases alimentarios. Estos criterios aparecen regulados por el Real Decreto 191/2011, de 18 de febrero, sobre Registro General Sanitario de Empresas Alimentarias y Alimentos. Éste establece que todos los establecimientos cuya actividad sea la fabricación de materiales y objetos destinados a estar en contacto con alimentos tienen la obligación de inscribirse en dicho Registro.
Así, la empresa ha subrayado que es obligatorio que toda la cadena de suministro del envase esté inscrita en el Registro General Sanitario de Empresas Alimentarias y Alimentos. El objetivo de dicho Registro es proteger la salud y el bienestar de los consumidores, así como garantizar la calidad y seguridad alimentaria de los productos comercializados en el mercado.
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Para más información sobre los puntos del registro sanitario y su implicación con los envases (a partir de la página 31, apartado E, punto 3. conclusiones) pinche aquí.