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La senda del azar: un documental sobre la mayor revolución agrícola

La senda del azar: un documental sobre la mayor revolución agrícola

Agromillora

La senda del azar es un documental que muestra cómo la apuesta de algunos valientes por renovar el modelo de cultivo del olivar transformó por completo el paradigma nacional e internacional, pasando de una plantación tradicional a una plantación en seto. El nuevo paradigma no sólo suponía una transformación tecnológica y productiva, sino que además la agricultura avanzaba hacia un modelo sostenible y amigable con el medio ambiente, como demuestra el balance positivo de su huella de carbono y la baja huella hídrica.

Hace más de 25 años nació una idea que llegaba para revolucionar la agricultura tal y como se conocía. Hoy, podemos decir que el resto es historia, una historia que parece no tener fin. Lo que al principio fue una apuesta de unos pocos “locos” ahora ya es un sistema completamente asentado. En la actualidad, el olivar en seto ya suma más de 500.000 hectáreas plantadas en todo el mundo. Cada año hay aproximadamente 50.000-60.000 nuevas hectáreas que pasan de un modelo intensivo a uno en seto y desde 2014 se ha convertido en el modelo de referencia.

Las plantaciones modernas son eficientes con los recursos, muy productivas y completamente mecanizadas. Esto permite obtener un aceite de altísima calidad con menores costes, generando beneficios incluso en años de precios bajos. Las nuevas variedades como lecciana, coriana, I-15 o sikitita 2 suponen el siguiente paso para el olivar en seto. Se trata de variedades más productivas y con más contenido polifenólico, lo que se traduce en una mayor estabilidad del aceite y una mayor capacidad para su conservación. Estas variedades se adaptan a la perfección al seto, con plantaciones modernas, eficientes y rentables; al mismo tiempo que ofrecen aceites tipo picual, hojiblanca, coratina… -aceites con amargos, picantes, frutados, más o menos intensos-.

El consumo de aceite de oliva ha experimentado un crecimiento constante a lo largo de los últimos 45 años: desde los años 60 hasta hoy, un 21%. Las nuevas variedades para el olivar aportan un amplio abanico de opciones organolépticas que ofrecen alternativas para responder a este incremento y satisfacer a los distintos consumidores.