www.mercacei.com
El oleoturismo del futuro

El oleoturismo del futuro

Por Juan Ignacio Pulido Fernández
Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Jaén

El oleoturismo es una actividad consolidada en los principales países de tradición olivarera. Un número creciente de almazaras -y no sólo almazaras, también restaurantes, museos, tiendas de aceite, centros de interpretación, etc.- han decidido apostar por ella como complemento a su negocio tradicional, aprovechando el oleoturismo como una excelente oportunidad para diversificar su estructura productiva y, sobre todo, para generar cultura de consumo del aceite de oliva, especialmente de AOVE, potenciando que los oleoturistas se conviertan en auténticos prescriptores de la marca.

En un futuro habrá almazaras que irán un paso más adelante, realizando un esfuerzo importante de profesionalización de la actividad, con inteligencia estratégica y visión de negocio, personalizando su oferta y adaptándola a las cambiantes necesidades de una demanda cada vez más exigente.

Se configurará una oferta cada vez más amplia y compleja que generará todo un mundo de sensaciones y emociones en el que el oleoturista se convierta en protagonista de múltiples experiencias que le permitan desarrollar habilidades y cultivarse culturalmente. Los avances tecnológicos de las próximas décadas facilitarán a las almazaras adivinar qué busca el oleoturista y ofrecérselo, incluso antes de que éste lo solicite, lo cual supondrá una revolución en el mundo de los viajes en general y en la capacidad de posicionamiento de las almazaras ante sus diferentes tipos de clientes en particular.

El oleoturismo del futuro estará protagonizado por almazaras con restaurantes gourmet donde los clientes dispondrán de cartas de aceite y sumilleres de AOVE que les ayudarán a elegir el aceite con el que condimentar una ensalada o con el que solicitar al chef que cocine el menú elegido, e incluso existirá la posibilidad de que el cliente entre en las cocinas y participe en algún tipo de taller de cocina creativa. También por almazaras boutique, convertidas en espacios exclusivos en los que los clientes podrán comprar AOVE y todos sus derivados (aceitunas, cosméticos, chocolates, semillas, mermeladas, plantas, etc.), en un ambiente de exclusividad, tranquilidad, trato cercano, asesoramiento especializado y con innumerables rincones únicos.

En este nuevo contexto, las almazaras aprovecharán sus amplias y modernas instalaciones para asegurar a sus clientes la más alta calidad y profesionalidad en la organización de eventos (convenciones y congresos) a través de una OPC, junto con la experiencia única de disfrutar de un congreso en el interior de una fábrica de aceite de alta tecnología. Y, como ya ha ocurrido en el mundo del vino, también apostarán por el arte, creando museos únicos en los que el turista pueda disfrutar de colecciones de pintura, de escultura, de dibujo, de ropa, de música o de artesanía de todo el mundo, como parte de su política de responsabilidad social.

Otra tendencia mundial a la que se sumarán las almazaras será la relacionada con la salud, la belleza y el bienestar del cuerpo y de la mente. Se apostará por crear wellness que oferten spa, tratamientos de belleza, oleoterapia y decenas de actividades más, en las que el bienestar del oleoturista se convierte en el centro de atención y el AOVE y sus derivados, en las principales herramientas. Conviene recordar que algunos estudios han demostrado que el aceite de oliva previene el cáncer de piel y retrasa el envejecimiento. Igualmente, el AOVE potencia el bronceado, rejuvenece las zonas más castigadas o hidrata las partes del cuerpo cuya piel se encuentra más áspera.

Y, por supuesto, otras almazaras apostarán por incluir dentro de sus instalaciones hoteles de vanguardia e incluso asumirán el papel de pequeñas centrales de reservas que aglutinarán una interesante e innovadora oferta de alojamientos rurales y casas de campo que, en continua conexión con la almazara, ofrecerán todo tipo de actividades para sus clientes.

En definitiva, el potencial del oleoturismo se antoja infinito. La transformación de este sector en los próximos años va a suponer una auténtica revolución. Se producirán avances significativos en el uso de la Inteligencia Artificial, la realidad virtual y el blockchain que proporcionarán experiencias turísticas más inmersivas, personalizadas y seguras. Por supuesto, habrá almazaras que no avancen más allá de las catas, los talleres y las degustaciones, pero, para las más audaces, el mundo del oleoturismo va a ser una fuente inagotable de oportunidades de negocio.