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Fernando López Segura: 'Habría que prescribir una Dieta Mediterránea rica en AOVE a los pacientes que han sufrido accidentes cardiovasculares'

Fernando López Segura: "Habría que prescribir una Dieta Mediterránea rica en AOVE a los pacientes que han sufrido accidentes cardiovasculares"

miércoles 10 de enero de 2024, 13:04h
Hace más de un año y, tras más de siete de investigación, se demostraba por primera vez que la Dieta Mediterránea rica en AOVE previene la recurrencia de accidentes cardiovasculares. Se trata del estudio CordioPrev, publicado por la prestigiosa revista científica internacional The Lancet y que representa todo un hito en materia de salud pública. Para abordar las conclusiones de este estudio, así como los beneficios del zumo de aceituna para la salud, entrevistamos al especialista en Medicina Interna y uno de los investigadores principales de CordioPrev, Fernando López Segura, un referente en la investigación relacionada con el aceite de oliva virgen extra que lleva más de 30 años estudiando los beneficios de consumir este producto en el campo de las enfermedades cardiovasculares. Recogemos un extracto de la entrevista publicada en Mercacei Magazine 117.

¿Qué destacaría de los resultados del estudio CordioPrev?

Sin duda, el objetivo principal del estudio ha sido demostrar si el consumo de una Dieta Mediterránea con aceite de oliva virgen como grasa fundamental reducía la incidencia de nuevos accidentes cardiovasculares -infarto de miocardio, ictus, IAM, ICTUC, angor o la muerte- en pacientes que ya han tenido un infarto previo, comparada con el consumo de una dieta baja en grasas que es lo que aconsejan el panel de expertos americanos y de los países anglosajones.

Tras siete años de seguimiento a 1.002 pacientes que habían sufrido un infarto el año anterior a ser incluidos en el estudio, la mitad con Dieta Mediterránea y AOVE y la otra mitad con dieta baja en grasas, los que siguieron la Dieta Mediterránea reinfartaron o murieron un 27% menos -en el caso de los varones, que es el grupo más importante, esta cifra llegó hasta el 32%- frente a los que consumieron la dieta baja en grasas.

Estos resultados, que podríamos definir como espectaculares y definitivos, demuestran que seguir una Dieta Mediterránea con AOVE puede ser tanto o más eficaz para prevenir la muerte y el reinfarto que los medicamentos que utilizamos hoy en estos pacientes -estatina, aspirina, betabloqueantes-. Estos fármacos disminuyen el riesgo el 25-30% y además el AOVE no tiene efectos secundarios.

Lógicamente, un estudio de esta envergadura no solo se hace para obtener este objetivo principal, sino que el CordioPrev ha ofrecido multitud de datos que demuestran que el AOVE tiene efectos favorables sobre todos los factores de riesgo CV y los mecanismos de producción de la artereosclerosis: colesterol, HTA, diabetes, oxidación, inflamación, coagulación, protección de endotelio (el interior de las arterias), etc. Quedan muchos aspectos por investigar y profundizar en los mecanismos a través de los cuales el AOVE produce estos efectos sorprendentes, que es nuestro trabajo para los próximos años.

Los niños y los jóvenes son el estrato de la población sobre el que más hay que incidir en el consumo de la Dieta Mediterránea

Teniendo en cuenta la importancia de los resultados de este estudio, ¿cree que habría que prescribir una Dieta Mediterránea rica en AOVE a los pacientes que han sufrido accidentes cardiovasculares?

Rotundamente sí, sin ningún género de dudas. Es más, tras los resultados del estudio CordioPrev lo que sería cuestionable es no indicarlo.

Como comenté al principio, el consumo de Dieta Mediterránea con AOVE reduce la mortalidad o el reinfarto en un 26% en el total de la población y un 32% en los varones, frente al consumo de una dieta baja en grasas en los pacientes que ya han tenido un infarto, lo que llamamos prevención secundaria.

Datos similares a los nuestros ya habían sido demostrados por el estudio Predimed hace 10 años en pacientes con factores de riesgo cardiovascular (CV) -diabetes, hipertensión arterial (HTA), colesterol elevado y obesidad- que todavía no habían tenido un evento CV, lo que denominamos prevención primaria.

Los resultados de estos dos estudios demuestran que los pacientes con factores de riesgo CV (casi un 50% de las personas mayores de 50 años) y sobre todo los que ya han tenido un accidente CV si consumen AOVE en el marco de una Dieta Mediterránea, enferman o mueren un 30% menos, lo que significa similar o mayor eficacia que los fármacos, y lo que es más importante, los efectos de la dieta y los fármacos se potencian.

Los niños y jóvenes de ahora son los consumidores del mañana, si bien se trata de generaciones que parecen alejarse de la cultura de la Dieta Mediterránea. ¿Qué hay que hacer para que este segmento de la población consuma AOVE a diario?

Probablemente sea el mayor reto al que nos enfrentamos. La Dieta Mediterránea se mantiene en nuestro país en un 30-40% de la población, pero sobre todo en los mayores de 50 años que tradicionalmente la han venido consumiendo, heredando esta costumbre de sus padres y abuelos.

La realidad es que en niños y jóvenes este porcentaje es mucho menor, no llegando al 10-20%. Nuestros niños en general consumen una dieta basada en grasas saturadas y productos ultraprocesados, bollería industrial, etc. En gran medida es culpa de los padres por no educar a los niños en consumir la misma dieta que a ellos les dieron: vegetales frescos, legumbres, fruta, tostadas con aceite, ensaladas, pescado… y por comodidad y ahorro de tiempo. Es más rápido dar bollería industrial, una hamburguesa, salchichas o pizzas, que hacer un plato de legumbres, verdura o ensaladas y en el desayuno una tostada con aceite y tomate. Esta es la realidad.

El caso de los jóvenes es todavía más complejo. Estamos asistiendo a una moda de culto a la salud muy equivocada, ya que nuestros jóvenes se hacen seguidores de “dietas milagro” para no engordar y mantener un perfecto equilibrio corporal sin ninguna base científica; por ejemplo, las dietas ortomoleculares; eliminar el gluten y la lactosa totalmente de la dieta sin que exista ninguna razón médica para ello; introducir productos exóticos ultraprocesados, como la quinoa; suprimir todo tipo de grasas; sustitutos de la carne de origen vegetal o por ingeniería genética…, que son carísimos y sin ningún respaldo científico. Además, muchos de ellos contienen múltiples componentes potencialmente perjudiciales.

Sin duda, los niños y los jóvenes son el estrato de la población sobre el que más hay que incidir en el consumo de la Dieta Mediterránea, sencilla y barata, aunque hoy tengamos coyunturalmente el AOVE al precio al que está.

Hay que comenzar la educación en las escuelas y, por supuesto, convencer a los padres. Una nociones básicas de nutrición serían fundamentales en la formación de nuestros niños y concienciar a los padres. En cuanto a los jóvenes, es necesario realizar campañas de difusión que les informen adecuadamente de los beneficios de la Dieta Mediterránea y les hagan ver lo absurdo de las dietas milagro, incluso sus peligros. Soy plenamente consciente de que no es tarea fácil, pero la repercusión para el futuro de la salud de nuestra sociedad lo merece.

Lleva décadas estudiando e investigando sobre los beneficios del aceite de oliva en la salud. Al margen de esta vertiente investigadora, ¿qué otras actividades o iniciativas lleva a cabo relacionadas con el sector (charlas, etc...)?

El objetivo fundamental de la investigación clínica es la transferencia de los conocimientos y la difusión de los resultados tanto en el sector científico como en la población general y más en este caso en el que estamos hablando de dieta y no de fármacos.

Por mi parte y la de los miembros del equipo al que tengo el orgullo de pertenecer, la Unidad de Lípidos y Artereoesclerosis y el IMIBIC del Hospital Reina SofÍa de Córdoba, tenemos claro el firme compromiso de difundir nuestros resultados a todos los niveles. Personalmente, como sabe gran parte del sector, siempre estoy a su disposición cuando se me solicita o nos solicitan.

En el mundo científico-médico, desde la publicación del estudio CordioPrev hemos intentado estar presentes en todos los foros de interés para comunicar nuestros resultados: congresos nacionales e internacionales de medicina interna, cardiología y atención primaria.

La trascendencia, la importancia clínica y la repercusión sobre la salud de la población de estos estudios hubiera merecido un apoyo y una difusión mucho mayor tanto en los medios de comunicación como en los medios científicos-sanitarios. Incluso en los foros del sector olivarero no hemos conseguido tener un lugar adecuado ante la importancia que la salud tiene en el futuro del aceite de oliva. Sería lógico que tuviéramos un espacio en los foros del sector, pero desgraciadamente no es así en muchos casos.

Vaya aquí mi ofrecimiento personal y el de todos mis compañeros del estudio CordioPrev para acudir a todas las llamadas que nos realicen desde el sector olivarero para difundir la magia del aceite de oliva virgen.

Soy optimista sobre el futuro, porque la ciencia es imparable y aunque la velocidad es más lenta de lo deseado, estos mensajes terminarán calando en la sociedad, en el mundo sanitario y en el sector olivarero.