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Lucía Serrano: 'Un gran reto de Infaoliva es la creación de un lobby de trabajo en Madrid'

Lucía Serrano: "Un gran reto de Infaoliva es la creación de un lobby de trabajo en Madrid"

viernes 16 de febrero de 2024, 12:35h
Recientemente, la asamblea general de la Federación Española de Industriales Fabricantes de Aceite de Oliva (Infaoliva) elegía como presidenta de la entidad a nivel nacional a Lucía Serrano, actual presidenta de Infaoliva Jaén. Desde Mercacei hemos querido entrevistarla en exclusiva para abordar sus retos en esta nueva etapa al frente de la Federación, así como la situación actual del sector.

¿Cómo afrontas esta nueva etapa y cuáles van a ser tus principales retos?

Si tuviera que describir con un par de palabras esta nueva etapa que ahora comienza, estas serían responsabilidad e ilusión. No es tarea fácil llevar a buen puerto el proyecto que esta nueva Junta Directiva pretende desarrollar en los próximos cuatro años.

Las almazaras en su conjunto representadas en Infaoliva han demostrado un alto nivel de implicación, demostrando que son capaces de sobrevivir en las peores condiciones

El proyecto, que a la vez supone un gran reto, es la creación de un lobby de trabajo en Madrid. El sector debe estar cerca de los principales organismos que nos representan y debemos dejar de trabajar por separado en las diferentes provincias. No es ni mejor ni peor el que produce más o menos y, llegados al punto en el que nos encontramos y afrontando todos los mismos problemas, el éxito de nuestras almazaras radica en tener sentido común.

Hay que unificar fuerzas, ya que de esta forma seremos una asociación mucho más fuerte, más resolutiva y competitiva, con peso suficiente para proponer y ser escuchados en los diferentes escenarios donde haya que hacerlo. Y lo más importante es anticiparse a los problemas para que el daño sea mínimo y, en caso de tener que ofrecer una solución, hacerlo de la forma más rápida y eficaz.

Estas dos últimas campañas han resultado muy complicadas para nuestro sector (precios, rendimientos, costes de producción...). ¿Cómo valora esta situación Infaoliva y qué medidas consideras necesarias para intentar revertirla o aliviarla?

Estas dos últimas campañas -esperemos que sean las últimas- han sido más que complicadas, catastróficas. Los costes de producción se han duplicado con la mitad de producción y los precios tan elevados nos han llevado a no disponer de margen de maniobra alguno y a necesitar una financiación con unas condiciones mucho más exigentes que se traducen en mayores costes. Nuestro poder de solvencia se ha visto reducido a la mitad, pero aún así hemos demostrado que, con grandes esfuerzos, nuestros agricultores han salido beneficiados, teniendo liquidez al instante y pudiendo hacer frente a sus pagos en fecha y forma. Bajo esta situación límite, las almazaras en su conjunto representadas en Infaoliva han demostrado un alto nivel de implicación, demostrando que son capaces de sobrevivir en las peores condiciones. Eso me hace sentirme más orgullosa de que me hayan dado la posibilidad de representarlas en los próximos cuatro años.

En el caso concreto de las fábricas y almazaras, ¿qué acciones habría que desarrollar para impulsar su modernización y mejorar su competitividad?

En términos de modernización, las almazaras normalmente son las más innovadoras. La mayoría de ellas están acometiendo una continua renovación de maquinaria buscando siempre el mismo objetivo: obtener la mayor calidad y rentabilidad a través de la vía de la modernización de nuestras instalaciones y así mejorar nuestra competitividad tanto en la producción como en la comercialización.

Con unos precios desorbitados en el lineal, el consumidor tiene la percepción de que productores y almazaras están ganando mucho dinero. ¿Qué le dirías para convencerle de su error?

Estos precios tan altos no benefician a nadie. La escasa producción ha dado lugar a que exista muy poca oferta y a que las cotizaciones suban cada día más. El beneficio de nuestras almazaras no está en una escasa producción con precios estratosféricos, sino en las grandes producciones con un gran volumen de entrada y de salida, donde los precios sean moderados y el consumo cada vez mayor; obteniendo como resultado una rotación continua, que es donde verdaderamente descansa el beneficio económico.

Estos precios tan altos no benefician a nadie

¿Cuál es la postura de Infaoliva ante las sanciones de la Ley de la Cadena Alimentaria en relación a la obligación de liquidar y pagar la aceituna en un plazo máximo de 30 días desde su entrega por parte del agricultor?

La postura de Infaoliva ante esta situación que nos obliga a liquidar a los 30 días es totalmente contraria. Estamos ante un verdadero despropósito. Si la producción que tenemos para abastecer durante 12 meses la vendemos en dos, lo único que se consigue es disponer de una gran oferta en el mercado que obliga a bajar los precios y donde el gran perjudicado -que en este caso debería ser el más beneficiado- es el agricultor. Me parece estupendo que, una vez emitida la orden de liquidación, no se tarde más de 30 días en pagar a un agricultor, pero cuando él quiera: es su producto y puede venderlo cuando más le convenga, no cuando la Ley diga. Y para rematar el despropósito, los únicos que tenemos que cumplir con la Ley somos una parte de los productores, ya que la otra está totalmente exenta.

¿Cómo ves el sector almazarero de aquí a cinco años?

Si hemos sido capaces de superar la compleja situación que estamos atravesando actualmente y continuamos siendo una parte muy importante dentro del mundo del aceite de oliva, seguro que estaremos mucho mejor que ahora. Dentro de cinco años en muchas de nuestras almazaras estarán al frente nuevas generaciones que a día de hoy se están formando -de manera personalizada y profesionalizada-, obteniendo una visión mucho más actualizada a nivel nacional y global.