En la misma línea, tal y como Serrano ha hecho constar al subdelegado del Gobierno en Jaén, uno de los elementos tributarios que más grava este impuesto es la potencia instalada. Al respecto, la presidenta de Infaoliva ha explicado que "en los últimos años, las almazaras no han dejado de trabajar en aras de la calidad del aceite de oliva, lo que ha supuesto grandes inversiones en una nueva y más potente maquinaria, con el fin de poder procesar la aceituna lo antes posible para evitar la pérdida de calidad y poder adecuarse a una recolección en el campo cada vez más rápida. Esto ha conllevado la disminución en el número de días que las almazaras molturan y un aumento de la potencia instaladas en las mismas, llegando a ser 10 veces superior en campaña que fuera de ella”.
Además, ha añadido que este impuesto llega a suponer casi un 10% de los gastos de molturación en la almazara. "El sector industrial almazarero es el único que soporta este tributo en su totalidad, por lo que queremos trasladar a la administración competente lo injusto que consideramos aplicar un impuesto que grava anualmente una actividad que es temporal”, ha considerado. Así, desde Infaoliva se ha solicitado dar carácter definitivo a la medida fiscal temporal adoptada por el Gobierno para reducir la potencia una vez finalizada la campaña, una disposición que expirará el próximo mes de junio.
El encuentro de trabajo también ha contado con la participación del vicepresidente de la organización empresarial, Emilio Vallejo, y la secretaria general, Ana Martínez; así como del presidente de la Confederación de Empresarios de Jaén (CEJ), Bartolomé González, y el secretario general de esta entidad, Mario Azañón.
