La dieta, según ha explicado Antonio García Ríos, médico especialista en Medicina Interna del Hospital Reina Sofía de Córdoba e investigador en el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba, tiene una importancia capital para la prevención de algunas de las principales dolencias que afectan a las sociedades avanzadas. “Siempre digo que la única enfermedad que se cura, o la que se cura más fácil, es la enfermedad que no aparece. Y sin duda, es la prevención y la promoción de la salud donde tenemos
que poner el foco. Es un dogma que todos los profesionales sanitarios, todas las autoridades sanitarias deberíamos de luchar por ello”, ha señalado.
En ese sentido Estefanía Toledo, catedrática de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad de Navarra e investigadora en el Instituto de Investigación de Navarra y el CIBER de Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición, ha reivindicado el papel de la
formación. Al respecto, ha afirmado que “durante mucho tiempo ha sido algo que no se ha tenido en cuenta y tampoco se ha hecho mucha formación en las facultades de Medicina. Es fundamental poder trasladar esto a los médicos, porque al final la población confía en sus médicos. Ellos puedan dar un consejo adecuado, actualizado, pertinente, basado en evidencia. Pueden ayudar de una manera muy relevante a la mejora de la salud de la población”.
Y es que ese ha sido el objetivo de un encuentro denominado “Foro de Actualización. Nuevas evidencias sobre el efecto de la Dieta Mediterránea rica en AOVE sobre dolencias con alta prevalencia en las sociedades avanzadas”. Toledo ha repasado los últimos hallazgos sobre la influencia del consumo de aceite de oliva virgen extra y el cáncer: “Puede desempeñar un papel importante porque, además de ser una fuente de grasa saludable, el aceite de oliva virgen extra tiene muchos otros compuestos minoritarios, por ejemplo, los compuestos fenólicos, que pueden actuar en las distintas fases de lo que llamamos carcinogénesis, que es el desarrollo de un tumor. Desde tratar de prevenir pequeñas mutaciones que se van acumulando en las células y que luego esas células crezcan, el que esas células puedan migrar a otros tejidos”.
Un efecto que tratan de medir en el Estudio LifeBreast: “Lo estamos realizando en mujeres que han sido diagnosticadas con un cáncer de mama. Lo que queremos evaluar es que patrón de alimentación puede ser mejor el pronóstico de estas mujeres. Uno de los patrones que estamos evaluando es un patrón de Dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen extra. Y vamos a tratar de ver si se muestra mejor que el pronóstico de estas mujeres con patrón de alimentación bajo en grasa”, ha detallado.
Por su parte, Antonio García ha revisado las principales conclusiones del estudio CordioPrev: “Un ensayo clínico que realizamos sobre 1.002 pacientes con enfermedad cardiovascular establecida, es decir, pacientes que ya habían tenido un evento cardiovascular y que seguimos durante siete años. A 500 de esos pacientes se le dio una dieta baja en grasa y 502 pacientes siguieron una Dieta Mediterránea. Entre las principales conclusiones destaca que los pacientes que habían seguido una Dieta Mediterránea rica en
aceite de oliva virgen extra, tras siete años de seguimiento, tuvieron mucha menor incidencia de enfermedad cardiovascular comparado con el otro grupo”.
A partir ahí han seguido trabajando en nuevos hallazgos sobre el potente efecto del AOVE en la dieta. Según ha precisado,“en las últimas publicaciones de nuestro grupo se ha visto que ejerce un potente papel antiinflamatorio al neutralizar una de las células más importantes que intervienen en la inflamación, como pueden ser los neutrófilos”.
A su vez, Beatriz María Cabrera, doctora en Psiquiatría en la Universidad de las Palmas y psiquiatra en el Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín, que ha formado parte del proyecto PREDIDEP, también ha abordado la influencia de la dieta en la salud mental: “Este estudio contó con dos brazos de intervención, un grupo de control y un grupo de intervención con Dieta Mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen extra en pacientes que hubiesen tenido al menos un episodio depresivo en los anteriores cinco años. Esto supuso valorar la efectividad de la intervención de la Dieta Mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen extra en pacientes subsidiarios de presentar un nuevo episodio depresivo. Observamos una reducción de la sintomatología depresiva en aquellos sujetos intervenidos con el patrón mediterráneo. No solo eso, sino que además mejoraron su calidad de vida”.
De ahí que la intervención en la dieta se muestre como una herramienta de prevención: “Las intervenciones con Dieta mediterránea suplementada con aceite oliva virgen extra, sabemos que son beneficiosas para la salud mental. Es muy importante que desde atención primaria y desde psiquiatría comunitaria podamos intervenir desde un primer momento con ella”.
Estefanía Toledo ha subrayado que estas líneas investigación en salud han sido posibles, en buena medida, por el apoyo que el sector del aceite de oliva les ha ofrecido. “Estamos muy agradecidos al sector del aceite de oliva en España, porque nos ha donado aceite de oliva virgen extra para facilitar la adhesión a la Dieta Mediterránea en uno de los grupos de nuestro estudio”.
La ponencia se ha cerrado con una cata de aceite de oliva virgen extra suministrado por Aceites de Oliva de España y guiada por Paola Martínez, presidenta de SEMG Aragón.