Esta organización estima que la producción de aceite de oliva de la próxima campaña "será superior a la anterior", por lo que ha reclamado que esta nueva norma de comercialización, cuya consulta pública previa finaliza hoy, "contemple el almacenamiento de crisis, con el fin de evitar los dientes de sierra tan extremos que hemos visto en los últimos años y así dar estabilidad a los precios, tanto al productor como al consumidor".
Unión de Uniones ha recordado que "los precios en origen se han desplomado en los últimos meses y que, durante el año pasado, estaban bastante alejados del aumento registrado en el lineal", mientras que los costes de producción "se han mantenido igual".
En este sentido, cree que la norma debe contemplar la realidad del sector y elaborarla de tal forma que pueda contar con una "cierta flexibilidad y margen de maniobra", teniendo en consideración la situación de "incertidumbre" que existe en los mercados.
Asimismo, la organización defiende contar con otros parámetros para medir el precio "distinto al POOLRed, que podrían estar condicionados" y ha instado al MAPA "a hacer un seguimiento de los mismos previo a las operaciones de mercado y no a posteriori, como estaría sucediendo en la actualidad".
"La nueva norma de comercialización puede representar una fórmula para ordenar el sector, frenar la posible especulación que siempre le acecha y ayudar a los agricultores a no malvender o perder directamente su cosecha, pero el almacenamiento no debería ser la única medida para ello", ha considerado.
En cuanto a los precios, la organización ha detallado que habrían caído, según datos facilitados por la Administración, del orden del 47%, "una cifra que debería encender las alarmas y llevar a un análisis en profundidad". De hecho, según ha apuntado, desde enero de 2024 los precios habrían pasado de los 9 euros/kg. del virgen extra a los 3,50 euros/kg. en junio de 2025.
Igualmente, el marco de incertidumbre que se abre ante las exportaciones españolas con las amenazas de Donald Trump tras la cumbre de la OTAN, "deja un reguero de dudas tanto a productores como a industria, pues EEUU representa una parte importante, llegando casi al 16% del total", ha resaltado.
“Por desgracia en el sector del aceite tenemos muchos flancos abiertos y no nos podemos dormir en los laureles. El Ministerio tiene que ir resolviendo para no perjudicar a un sector de gran peso tanto a nivel nacional como internacional”, ha concluido.