Según recoge la Orden, podrán beneficiarse de estas ayudas las microempresas, pequeñas y medianas empresas, así como grandes empresas con menos de 750 empleados o con un volumen de negocio inferior a 200 millones de euros.
Esta línea de ayudas está cofinanciada en un 70% por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader) y en un 30% por la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía y el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama).
La principal finalidad de estas ayudas es contribuir al aumento de la competitividad del sector, así como del valor añadido de los productos agrícolas a través de una serie de actuaciones orientadas a la producción de acuerdo con las tendencias del mercado y fomentar nuevas vías comerciales, la mejora del acondicionamiento y presentación de los productos agrícolas y el fomento de un mejor uso de los subproductos y eliminación de los residuos generados en los diferentes procesos productivos; la aplicación de nuevas tecnologías y el fomento de las inversiones innovadoras y la protección del medio ambiente, entre otras.
Según la Consejería, estas ayudas se enmarcan en el paquete de once incentivos, con un presupuesto inicial de casi 40 millones de euros, anunciado recientemente por la titular de Agricultura andaluza, Elena Víboras. El objetivo de las mismas es la modernización de explotaciones, la mejora del regadío y de la transformación y comercialización.
Estas líneas se sumarán a otras 21 que la Consejería ya ha convocado, lo que supone que la Junta destinará 230 millones de euros de recursos públicos para apoyar inversiones necesarias en el medio rural andaluz.