En concreto, en este apartado se recoge información sobre normativa, en el que se indican las principales disposiciones normativas en materia de calidad de los aceites vegetales y lucha contra el fraude en este sector; etiquetado, con orientaciones para la confección de las etiquetas e información sobre los errores más frecuentes en la presentación y etiquetado de aceites; aspectos críticos de calidad, donde se destacan los principales aspectos del proceso de elaboración, presentación y comercialización a tener en cuenta en relación con la calidad de los aceites; documentos de interés, tales como documentos interpretativos, guías, infografías, consultas, preguntas frecuentes, herramientas y utilidades de este sector; y actualidad, con noticias, jornadas y cursos relacionados con los aceites vegetales.
Según el Gobierno catalán, el sector del aceite de oliva tiene una importancia destacable en esta Comunidad tanto a nivel productivo como a nivel de consumo, al tratarse de un producto de primera necesidad y con mucha implantación en la Dieta Mediterránea.
A nivel productivo, su importancia no es únicamente en términos económicos, sino que también en términos territoriales y sociales, dado que en algunas zonas, el olivo es el principal cultivo y, por tanto, condiciona la economía y el desarrollo de estas áreas, en las que, difícilmente se encuentran cultivos alternativos.
Desde el punto de vista de la industria agroalimentaria, el Departamento ha destacado, además de la industria elaboradora de aceites de oliva, el peso que tiene en Cataluña la industria envasadora, tanto de aceites de oliva como de otros tipos de aceites vegetales.
El Gobierno catalán ha señalado que los operadores alimentarios deben asegurar que los productos que comercializan ajustan a la normativa de calidad, por lo que deben establecer procedimientos para garantizar que los procesos de elaboración y comercialización cumplen los requisitos de calidad y para justificar la veracidad de la información que proporcionan al consumidor en el etiquetado.
Por ello, a su juicio, es fundamental que el operador conozca el marco legal aplicable en relación con la calidad alimentaria y establezca un sistema de trazabilidad eficaz y transparente que le permita dar respuesta a los requerimientos legales exigidos.